Uno de los nuevos y jóvenes talentos de la escuela catalana en llegar al Campeonato de España de Trial la temporada pasada fue Roger Casas, a la postre ganador de la Copa de España de Trial 2017 en Juvenil B.
«Mi mayor ilusión sería tener una área de trial en Almenar para dar a conocer este deporte a los niños de mi pueblo»
Muy pocos pilotos pueden presumir de irrumpir en una competición y adjudicársela con autoridad. Pues bien, ese fue el caso de Roger Casas, piloto ilerdense que la campaña pasada sorprendió a propios y extraños con su contundente dominio de la categoría Juvenil B en su año de debut en el Campeonato de España. Hasta su localidad natal, Almenar, nos acercamos para conocer un poco más a la última promesa surgida de la inagotable cantera catalana y que cuenta con el ex mundialista Marcel Justribó como principal forjador.
– Primera temporada en el CET y conquistas el título en Juvenil B. Mejor; imposible, ¿no?
– Sí (Sonríe). El año pasado, 2017, fue mi primera temporada tomando parte en el Nacional de Trial, y la verdad es que no me esperaba ganar. (Vuelve a sonreír). Ni yo, ni mis padres. Fue una experiencia nueva y diferente a todo lo que había vivido anteriormente. Y como te puedes imaginar, acabar ganando el título fue algo increíble.
– Dos triunfos y dos segundos puestos en las cinco carreras que disputaste. ¿Esperabas estar tan arriba y tan amenudo en tu debut en el Nacional?
– En primer lugar, pensaba que quedaría entre los seis primeros, así que imagínate mi sorpresa cuando va y en mi primera carrera acabo ¡¡primero!! Y no sólo eso, sino que estuve toda la temporada batallando para poder mantenerme en primera posición en la clasificación general. Ninguna de las carreras que hice fue fácil, pero con trabajo y esfuerzo pude estar siempre delante; en las primeras posiciones.
– ¿Qué pasó el primer día en Sant Corneli de Cercs? ¿Por qué no te vimos en el podio?
– (Risas). Bueno, mi primer día no fue una de mis mejores experiencias en el CET. Acabé noveno. El por qué es muy sencillo: terminando la primera vuelta, en la zona 10, por un pequeño fallo de nada, acabé sumando un fiasco y me enfadé mucho conmigo mismo. Y a partir de ahí fui de mal en peor. El resto de la carrera fui encadenando errores. Pero quiero añadir que hasta llegar a esa zona estaba realizando una buena carrera.
Continúa la entrevista exclusiva y galería de fotos para los suscriptores de Todotrial…
Suscríbete para ver el resto de la entrevista
Para mantener esta revista online los contenidos más exclusivos son sólo accesibles para los suscriptores (hay tres planes disponibles desde sólo 12 Euros al año, y también puedes acceder un día por 0,5€). Con ello colaborarás a que estos reportajes puedan seguir en el futuro y que con ello a seguir difundiendo y promocionando el trial. ¡Gracias! Puedes suscribirte pinchando aquí.
El siguiente contenido es exclusivo para usuarios Eco, Pro y Premium
– ¿Qué te pareció el nivel de las zonas para Juvenil B?
–Desde mi punto de vista, habían zonas de todo tipo. Es decir, algunas más fáciles que otras. Pero mira lo que son las cosas, la mayoría de mis fallos llegaron en los pasos fáciles y no en los difíciles. (Sonrisa pícara). No sé. Supongo que con lo sencillo me confío mucho, pero cuando la zona es complicada, es más difícil, me la estudio y me aplico más a la hora de hacerla.
– Y a tus rivales, ¿cómo les viste?
– Muy constantes en todas las carreras, con resultados muy ajustados. Sin embargo, creo que a veces no acabaron en la posición que realmente se merecían. Es verdad que somos rivales, pero eso no quita que sepa valorar su esfuerzo y entrega. Al final, todos somos compañeros. (Sonríe).
– Con algunos de ellos os visteis las caras también en la Copa Catalana de Trial de Nens en el nivel Promo. ¿Es allí donde los estudiabas?
– (Risas). No, no. Para nada. (Sonríe). Mira, con Gaudi Vall, por ejemplo, comparto afición y una bonita amistad, porque siempre que podemos, cuando las carreras y los estudios nos lo permiten, disfrutamos junto con nuestras familias de diferentes actividades. Ya sea ir a pasar el día a la montaña o hacer una comida en mi casa o en la suya… Por eso no lo puedo ver como a un rival en el sentido estricto de la palabra.
– En dicha categoría coincidiste también con algunos de los adversarios que este 2018 te encontraste en el CET. ¿Alguno de ellos te empezó a llamar la atención por sus habilidades sobre una moto?
– En un principio, cuando observaba como hacían las zonas sí que me daba cuenta de que estaban en un nivel más alto que yo. Eran muy buenos, pero gracias a mis entrenamientos y dedicación creo que he podido acortar las distancias y a día de hoy te diría que estamos en un nivel bastante parejo.
– A todo esto, ¿qué valoración haces de tu debut en… ¡¡Cadete!!?
– La valoración que hago… no es muy buena, porque en mi primera carrera he quedado el ocho de catorce. Hice bastantes fallos, pero bueno, aún me queda mucho por aprender. A pesar de mi octavo lugar, continuo teniendo la misma motivación que antes de empezar este año en dicho nivel. (Sonríe).
– ¿Por qué has subido dos niveles?
– He subido dos niveles de golpe porque por mi edad he de competir en la categoría Cadete sí o sí. Pero aunque el reglamento no me obligara estaría compitiendo en esta categoría de igual modo, ya que me gusta superarme a mi mismo.
– En La Nucia se estrenaron nuevas normas. ¿Qué te parece la reducción de tiempo para completar las zonas?
– No estoy de acuerdo con las nuevas normas, porque en la primera prueba del CET pude experimentar por mi mismo que estos diez segundos que han quitado me hubieran ido bien para completar correctamente las zonas. Noté que perder este tiempo me hacía estar más nervioso a la hora de hacerlas. Espero que durante la temporada adquiera el nivel necesario para hacer mejor las zonas y en minuto y veinte segundos en lugar de en minuto y treinta segundos.
– TR1 pasó el sábado por una zona de calificación. ¿Te gustaría que se extendiera al resto de categorías?
– Personalmente no me gustaría que lo extendieran al resto de categorías. Creo que es una presión añadida a la competición innecesaria. Pero a la vez también me gusta ver a los TR1 hacer la zona de calificación. (Sonríe pícaramente).
– Por cierto, ¿cómo un piloto al que le apasionaban los dubbies y whips del MX acaba haciéndose trialero?
– Es cierto que me apasionaba muchísimo el motocross, pero llegó un día en que nos propusieron hacer un grupo de trial los lunes por la tarde para perfeccionar nuestra técnica de pilotaje. Pues bien, cuando solamente habían pasado 8 meses de ir a estas clases… llegué un día a casa y les propuse a mis padres empezar con el trial. Una modalidad que tanto para mi como para mi familia era completamente desconocida. Mis padres, aceptaron mi propuesta y así fue como empecé en serio con el trial. (Sonríe).
– Te aconsejaron practicar trial a modo de refuerzo del MX y Enduro, modalidades que empezaste a practicar con apenas 6 años. ¿En qué te ayudaba el trial a ser mejor piloto de cross o enduro? ¿En qué lo notabas?
– En motocross no me ayudó mucho. (Risas). Pero en cambio, con el enduro, como es un deporte que se parece bastante al trial, lo noté mucho al poco de practicarlo. Mira, sin ir más lejos, a la hora de subir y bajar obstáculos y las famosas trialeras, puesto que gracias a la técnica del trial gane en confianza, seguridad y habilidad para ir mucho más rápido en las carreras.
– También practicas trial, pero con la bicicleta. ¿Lo haces porque la gasolina está cara?
– (Risas). No lo hago por el tema de la gasolina, sino porque como necesito desconectar de mis tareas y no puedo coger la moto porque la zona de entrenamiento la tengo un poco lejos y mis padres trabajan… Es más sencillo coger la bici y entrenar por mi cuenta. De ese modo, no pierdo técnica y encima me va bien para las competiciones.
– De todos modos, lo que más nos llama la atención no es que cambiaras el MX y Enduro por el Trial, sino que prefirieses las motos a los coches. ¿Por qué no has seguido los pasos de tu padre, que era piloto de autocross?
– (Risas). Cuando tenía tres años mi padre me dejó probar su afición. Ahora que no nos oye, te diré que era muy bueno, pero me llamaban más la atención las motos. Y con tres años y medio, según me cuentan, me subí por primera vez a una moto, dejando de lado las cuatro ruedas y empezando a practicar lo que más me gustaba. No se cómo explicarlo pero desde el primer momento que pude llevar una moto sentí que realmente era lo que quería hacer, aunque todos mis amigos eran más de… ¡¡fútbol!! (Más risas).
– ¿Es verdad que tu padre incluso te llegó a fabricar un kart, pero que, cosas de la vida, acabaste enamorado de una pocket bike?
– (Risas). Sí. Con toda su ilusión me hizo un kart, pero mis padres me explican que desde que nací mis ojos sólo veían una pocket bike que corría por casa. Como he dicho anteriormente, cuando tenía tres años y medio junto a mi padre fui a la calle a probar dicha moto. A los cuatro, me apuntaron a fútbol, pero en la cuarta clase le dije a mi madre que por qué no me llevaba a practicar con la moto. Era muy pequeño y en ese momento no tenía manera de practicar motociclismo. Tuve que crecer un poco para empezar. (Sonríe).
– ¿Recuerdas cuál fue tu primera moto? ¿Y carrera?
– No podría olvidarla. Fue una Suzuki. Me explicaron que un día mi padre llegó a casa y me dijo que lo que había en el garaje era para mí. Rápidamente bajé y allí estaba. Era taaan bonitaaaa… Al día siguiente, como era domingo, fuimos con mi padre a probarla. Mi primera carrera la disputé el 20 de febrero de 2010 en Ponts, en Lleida. Yo tenía seis años. Recuerdo que hacía mucho frío. Que raro, ¿verdad? ¿Frío en Ponts? (Risas) Cuando se acercaba el momento de la salida, no quería. Estaba un poco asustado. Pero cuando escuché el rugido de los motores… ¡¡fui el primero en colocarse para salir!! (Risas).
– Tu padre es quien te aconseja y acompaña en las zonas. ¿Qué tal es como mochilero?
– Aunque tenemos nuestras diferencias, siempre nos sabemos poner de acuerdo. En cuanto a ser mochilero, creo que dicha tarea la lleva bien, porque es una persona que con sólo fijarse en las cosas las sabe aplicar en las zonas.
– ¿Sabes dónde o con quién aprendió el oficio de mochilero?
– ¡¡No lo había hecho nunca!! Pero carrera tras carrera, y tras observar cómo lo hacen otros mochileros, creo que le ha cogido el tranquillo y ya sabe cómo hacer su trabajo. Es como ¡¡todo un profesional!! (Risas).
– ¿Es de los mochileros que deja hacer al piloto o hay que seguir siempre lo que dice?
– Él siempre me dice que mire y lo haga como yo lo vea; lo deja a mi criterio. Pero siempre me da los mejores consejos, y eso que en ocasiones me cuesta escucharlo. Sobre todo porque en ocasiones yo lo veo de una manera y él de otra y creo que cómo yo lo pienso es la mejor manera de hacer la zona. Si no le hago caso y no la saco a cero… entonces pienso en lo que mi padre me había aconsejado. Y entre tú y yo: pocas veces se equivoca. (Risas).
– Las carreras… ¿continúan de camino a casa o se terminan una vez entregas la tarjeta?
– (Risas). Siempre continúan de camino a casa. Y cuando hay cosas que no salen bien, al día siguiente se vuelven a comentar. Y si las cosas han salido bien… ¡¡También!! (Más risas).
– ¿Quién sufre más en las zonas: tú, tu mochilero o tu mayor fan, tu madre?
– (Risas). Creo que puedo decir que sufrimos todos. (Sonríe). Mi padre, porque es quien me acompaña en las zonas y quien sigue mi día a día de mi entreno. Mi madre, primero por ser madre y segundo porque su carácter es de padecer con todo lo que haga. Y por último, yo mismo, porque después de entrenar tanto y llegar a las zonas y ver que me cuesta, siento rabia hacia mí mismo cuando no consigo superarlas limpiamente.
– ¿Tus mayores fans son tu familia?
– (Risas). Supongo que como sucede con todos los pilotos. Sí, mis mayores fans son mi familia, pero al mismo tiempo también recibo apoyo de todos mis compañeros de clase. Me siento muy orgulloso de toda la gente que tengo a mi alrededor y me quiere, apoya y ayuda.
– ¿Te resulta fácil compaginar estudios con la moto de trial?
– Es verdad que el año pasado me resultaba más fácil compaginar estudios y entrenamientos, porque las tareas de clase eran más sencillas: Este año estoy ya en tercero de la ESO y me resulta un poco más complicado hacer las dos cosas. Este curso es difícil y tengo muchas actividades que hacer. Pero de momento me defiendo bien. (Sonríe).
– ¿Cada cuándo entrenas y con quién?
– Entreno cada viernes con Marcel Justribó, algunos sábados en el circuito de Almenar y en muchas ocasiones con mi padre.
– ¿Es tu ‘profesor’ de los viernes tu piloto favorito o tienes otro al que te gustaría parecerte?
– (Risas). ¡¡Siiií!! Claro que es mi piloto favorito, pero también admiro y respeto a otros pilotos, como por ejemplo Toni Bou o Jaime Busto.
– ¿Sigues el día a día del Trial como deporte o sólo entras en él cuando vas a entrenar o correr una carrera?
– Lo sigo día a día. Cuando llego del instituto me pongo a comer y al mismo tiempo disfruto viendo diferentes carreras o entrenamientos de gente profesional y de esta forma puedo coger y aprender diferentes técnicas que después cuando salgo a entrenar intento practicarlas y así mejorar. Youtube y las redes sociales, como las de los pilotos, las marcas o el propio CET o TrialGP, van geniales para ello.
– A todo esto, ¿es verdad que eres un hacha del Singstar de PS4?
– (Risas). ¿Quién te ha contado eso? (Más risas). No, no me considero un gran cantante y por eso no me gusta esa clase de juegos. Pero sí que es verdad que me pasaría horas y horas jugando al GTA V, al Grand Turismo Sport o al MXGP3. (Sonríe).
– Me imagino que sabrás que en el Mundial de TrialGP, a diferencia del CET, no se puede parar. ¿Te gustaría que se aplicara ese reglamento también en el CET?
– A día de hoy te diría que no, porque no estoy acostumbrado. No lo entreno. Pero a lo mejor si lo pruebo… ¿quién dice que no me puede llegar a gustar? Soy una persona a la que le gustan los retos, y no descarto probar cosas nuevas.
– Este 2018 has subido de categoría, pero no de cilindrada. ¿Para cuándo esto último?
– Me siento motivado porque gracias a mi trabajo constante he subido de categoría. Para mí ha sido un gran paso poder y creo que estoy un poquito más cerca de conseguir hacer realidad mi gran sueño, que no es otro que dedicarme profesionalmente a este deporte. De momento no tengo pensado, cambiar de cilindrada, pero me gustaría poder hacerlo pronto. (Sonríe).
– Entonces, deduzco que te gustaría disputar carreras a nivel internacional, ¿verdad?
– ¡¡Me encantaría!! (Se le ilumina la mirada) Creo que sería una gran experiencia, y no solamente en el ámbito deportivo, sino también en el personal. Crecería muchísimo también como persona.
– Una última cosa. Eres de Almenar, muy cerca de Lleida. Si cuando Toni Bou ganó uno de sus títulos en su pueblo, Piera, le pusieron una rotonda… cuando vuelvas a ganar… ¿qué le pedimos al alcalde que te ponga?
– (Risas). Sólo le pediría una cosa: mi mayor ilusión sería tener una área de trial en Almenar; cerca de casa. Para poder entrenar todos los días. Pero, sobre todo, también sería un punto a favor para poder dar a conocer este deporte a los niños de mi pueblo, porque actualmente sólo lo practico yo y el resto de niños solo conocen el ‘famoso’ fútbol.