Sergio Puyo, ganador del Trofeo Nacional de Trial 2015 en TR4. Toda una vida ligado a las motos y al trial, ha pasado por multitud de categorías pero sigue teniendo la misma ilusión y las mismas ganas de competir que desde que se subió a la moto por primera vez.
“Admiro mucho a todos los pilotos jóvenes que compiten en TR1”
Sergio Puyo lleva 32 años ligado al trial como piloto, pero este 2018 ha decidido cortar un poco el acelerador; pasando de TR3 su categoría habitual en el Nacional en los últimos años, a TR4, nivel en el que reinó hace cuatro temporadas.
Con la misma ilusión que cuando empezó a superar desniveles imposibles con tan solo 8 años vimos al aragonés Sergio Puyo abrir zonas para los TR4 en La Nucia, la prueba inaugural del CET 2018. Y es que a sus 40 años, el gran embajador de Valderrobres y de la región del Matarraña en los últimos años, ha decidido volver a las puertas amarillas; al nivel en el que se tituló hace ahora tres años.
– Si te parece retrocedamos unos meses en el calendario. ¿Qué supuso para el Trial Matarraña, tu club, el organizar una carrera del CET en vuestra tierra, en Valderrobres?
– Creo que fue un objetivo más conseguido por el club, y con ¡¡buena nota!! Un antes y un después. Como club tenemos dos objetivos: fomentar el trial en nuestra zona y dar a conocer nuestro territorio, y creo que ambos se cumplieron sobradamente. Trabajamos mucho desde principios de 2017 todos los miembros del club. Ello fue clave y, sin duda, una parte del éxito. La mayor satisfacción para un club es que los pilotos te feliciten por la prueba y organización. De hecho, aunque ya han pasado unos meses, la gente del pueblo y alrededores todavía hoy nos felicitan por lo que supuso albergar una cita del CET y todo lo que aconteció ese fin de semana. Creo que convergieron varios factores para que todo saliera bien, pero una parte muy importante fue, sin duda, el numeroso público que se acercó durante todo el fin de semana. Yo hace muchos años que compito y no recordaba una entrega de trofeos con tanto público como la que tuvimos. Habían más de ¡¡200 personas!! Incluso grabé un video porque no me lo podía creer. La verdad es que la gente de todo el territorio del Matarraña se volcó con la prueba, y fueron una pieza muy importante para que el balance final fuera muy positivo. El secreto o no secreto fue, para mi, el siguiente. Dándole vueltas a cómo debíamos organizarlo todo: cómo debía ser el paddock, las zonas, la promoción de la prueba, etc., pensé en qué me gusta encontrarme como piloto cuando voy a una prueba del CET. Cómo me gustaría que fuera, y alrededor de esta sencilla idea le dimos forma a la CET Valderrobres 2017.
– ¿Cómo y cuándo surgió la posibilidad de que el Club Trial Matarraña organizara una carrera del Nacional?
– Siempre había tenido en mi cabeza la idea de organizar una prueba del Campeonato de España de Trial en Valderrobres. De hecho, el club ya tenía cierta experiencia, albergando en su día varias pruebas de trial del autonómico, así como de Biketrial. Si no recuerdo mal, en 2013 se organizó en Valderrobres el Campeonato de Europa de Biketrial; una prueba que, por cierto, también fue toto un éxito. Desde la Unión Española de BikeTrial, la BUE, nos otorgaron el galardón como mejor prueba del año. Resulta que el club cuenta en estos momentos con 15 pilotos federados y tres de ellos iban a competir en 2017 en el CET. Por eso pensé que era el momento idóneo de hacerlo. Recuerdo hablar con Jordi Prat, Coordinador en esos momentos del Trial por parte de la RFME, en Antas, Almería, la última carrera del Nacional de 2016, y éste se mostró encantado de llevar el Nacional a un nuevo territori. Rápidamente les comuniqué a los miembros del club que teníamos el visto bueno de la RFME y la idea, a partir de ahí, fue adelante.
– ¿Qué sensación te produjo correr en casa?
– Correr en casa fue muy especial, y el organizar la prueba también. Fue una semana fantástica. Disfruté mucho y en todo momento. Llevo 32 años compitiendo y todos me conocen. Desde muy pequeño cuando iba con una bici de trial por el pueblo haciendo mis primeros pinitos. Mucha gente me sigue en las distintas competiciones en las que llevo tomando parte muchos años, así que por fin pudieron ver sin apenas desplazarse lo que llevo años haciendo. Lo que es una prueba del Nacional: qué infraestructura tiene, qué pilotos compiten, etc. La gente me preguntaba el viernes antes de la prueba si estaba nervioso por todo lo que se venía encima y la verdad que en ningún momento tuve esa sensación. Sabía que todo estaba tan bien atado que no podía salir mal. El día de la carrera salí de los primeros; a las 8:30 horas de la mañana, y hacía tanto frío que cuando llegué a la zona 1 no tenía nada de tacto. Empecé con muy mal pie. ¡¡Con un fiasco!! Pero ya en la siguiente zona me puse las pilas. Además, me ayudó mucho notar el calor del público, que desde primera hora de la mañana ya abarrotaba las zonas. Me salió e un trial fantástico, y lo disfruté todo desde el minuto 1. Pero si estuve a punto… ¡¡de ganar!! (Risas). Pero una mala caída en la zona 6 me privó de subir a lo más alto del cajón. (Sonríe). En resumen, para mí, fue como hacerme un autorregalo a mis 40 años recién cumplidos.
– En 2017, como muy bien dices, fuisteis tres pilotos del club, tú, Raúl Guimerà y David Millán, los abanderados de la región en el CET. ¿Habéis logrado con vuestro ejemplo animar a más aficionados de la zona a participar más pronto que tarde también en el Nacional?
– Pues mira, sí. La verdad es que la cosa se ha animado. La temporada pasada, de Aragón, fuimos varios los pilotos que en algún momento visitamos alguna prueba del CET. Si no me equivoco, fuismos un total de siete pilotos. Las últimas temporadas, de Aragón, sólo estábamos yo y Raúl (Guimera), que viene de una escuela de biketrial que arrancamos en 2009. Y como él, hay varios pilotos más jóvenes. Uno de ellos también corrió el CET de Valderrobres. Desde el club siempre hemos hecho una gran labor promocionando el trial y biketrial, con cursillos, exhibiciones, pruebas… y que en 2017, por ejemplo, tres pilotos compitiran asiduamente en el CET siempre anima más y crea afición. Por desgracia, el competir a nivel nacional siempre tiene una barrera muy grande: el tema económico.
– La campaña pasada, en TR3, categoría en la que compites desde hace dos campañas, no estuvo tu archirrival Francesc Recio, pero sí tu discípulo y de un tiempo a esta parte adversario David Millán. ¿Es que no tenéis suficiente con mediros en el certamen aragonés?
– (Risas). Como bien dices, volví a TR3 en 2016 después de pasar por TR4 un año. Salvo ese paréntesis, he estado compitiendo en TR3 por más de 14 o 15 temporadas y, casi siempre, he acabado por detrás de Recio. Tengo una espina clavada en esta categoría, ya que acumulo muchos subcampeonatos. (Sonríe). El año pasado también fue especial. No estaba Recio, pero me topé con un gran piloto y amigo: David Millán. Y ya sabía que si todo iba normal no podría ganarle. He entrenado desde muy pequeño con él y en su momento puse mi granito de arena para ayudarle a ser lo que sigue siendo a día de hoy: un gran trialero. Por desgracia, no pude estar al 100 % porque apenas pude entrenar por mi trabajo. En 2017 estuve trabajando por toda España y en alguna ocasión incluso fui a alguna carrera sin haber tocado la moto. Aún así, terminé muy contento porque estuve a punto de hacer grandes resultados. En dos carreras… ¡¡fui el mejor al final de la primera vuelta!! (Risas). En serio, independientemente de los resultados, me siento especialmente satisfecho porque veo que van pasando los años y me adapto bien a los nuevos estilos de pilotajes, y sigo codeándome con los más jóvenes. (Sonríe).
– ¿Qué te parece TR3 como categoría? ¿Te gusta su nivel?
– Todo depende del nivel que tengas. Como siempre me decía un gran trialero y mochilero, ‘Mike Antequera’, “lo más importante es disfrutar en el trial”. Para mí, es una categoría perfecta, donde siempre me encuentro bastante cómodo. Ya tiene su nivel y a veces algún paso complicado de los que te hace dudar. Aunque siempre me divierto mucho, últimamente me estoy empezando a replantear si seguir en edicho nivel o bajar a TR4. Como he comentado antes, no tengo tiempo para poder entrenar y estar físicamente preparado al 100 %. Y no te voy a engañar, la campaña pasada, en alguna prueba del CET, lo he pasé realmente mal, con calambres en los brazos y piernas.
– Pues en La Nucía parece que te decantaste por TR4. ¿Contento con tu llegada a la categoría y victoria?
– Es una categoría divertida en la que las zonas no son muy exigentes, y te diviertes bastante. Hay veces en que las zonas son un poco fáciles, pero es difícil aguantar la presión de saber que no puedes permitirte fallar porque ya no recuperas. En La Nucia, el trial era fácil, pero las zonas se tenían que hacer. Había algún paso en el que podías fallar y un par de zonas claves para poder sacar un poco de diferencia. Es una categoría con muchos pilotos y todos se defienden bien en ese nivel. Estoy muy contento por la victoria, porque aunque parezca que fue fácil, no fue así. Las cosas fáciles me parecían difíciles y, como te comento, eso es la presión.
– ¿Seguirás en ella o quizás vuelvas a TR3?
– No. Por ahora no tengo intención de volver a correr en TR3. La verdad que es para mí nivel es la categoría idónea, pero ya hay algunos pasos que los veo peligrosos, y eso me frena mucho. A parte, no tengo tiempo para entrenar. Y otro problema es el mochilero. Aunque nunca me fallan y me acompañan siempre, me sabe mal tener que pedir favores.
– Eres el piloto aragonés que más participaciones atesoras en el CET y has pasado a lo largo de todos estos años por categorías como Junior, Senior C, TR4 o TR3 . ¿Ha cambiado mucho el Nacional desde que lo visitaras por primera vez?
– La primera prueba del Nacional en la que participé fue en 1992; en la categoría Juveniles y en la localidad barcelonesa de la Atmella del Vallès. Desde entonces, ha llovido mucho y las pruebas han cambiado bastante, no nos engañemos. Los años más duros fueron cuando di el salto de Junior a Senior B. Pero por aquel entonces hacíamos las zonas de Sénior A y puntuábamos en las dos categorías. Eran triales a 18 zonas, a dos vueltas y con interzonas de más de 15 kilómetros. ¿Duración? La prueba duraba entre 6 y 7 horas, pero a pesar de recordarlo como muy duro guardo grandes recuerdos; compartiendo zonas junto a iconos de nuestro deporte como Jordi Tarrés, Amos Bilbao, Marc Colomer, Ángel Garcia, Joan Pons, David Cobos, Jordi Pascuet, Marcel Justribó, así como de todos los pilotos que competíamos en aquellos años.
– Además del CET, también eres uno de los ‘fijos’ del certamen aragonés. ¿Usas sus pruebas a modo de preparación?
– En el Campeonato de Aragón compito asiduamente, aunque no realizó todas las pruebas. Además del trial, tengo alguna que otra afición como el snowboard, la pesca submarina o ¡¡el running!! Sí, soy runner. He empezado hace poco y comparto afición con mi mujer, Esther. También tengo que dedicar tiempo a mis hijas y el trabajo, por suerte, también me absorbe mucho tiempo. Ya se sabe que los autónomos no tenemos horarios y, en ocasiones, ni fines de semana. Ya hace años que el entrenar o prepararme como antes ha pasado a mejor vida. Cuando voy a las carreras no pienso si he entrenado o no. Intento disfrutar al máximo, y los resultados, por suerte, normalmente salen.
– ¿Y el Campeonato de Cataluña Open de Trial? ¿No te ha atraído nunca?
– He corrido en alguna ocasión, pero con el CET y el certamen aragones tengo más que suficiente. Sí es verdad que a veces compito en alguna del provincial de Lleida o en triales de 2 días de duración, aunque cada vez lo hago en menos ocasiones.
– Con tus horarios… ¿compaginar trabajo y moto es misión imposible?
– Ya hace mucho tiempo que no los compagino. Desde que tengo mi propia empresa, ésta me ha absorbido por completo. Intento sacar alguna que otra hora cuando estoy en Valderrobres para salir entre semana. Normalmente, al mediodía, y en cuanto a los fines de semana, los domingos que no hay carrera intento salir un rato con los trialeros de la zona.
– ¿De dónde le viene a Sergio Puyo su pasión por el trial en moto?
– En mi casa siempre han habido motos de trial. Y a mí me apasionaban. Desde muy pequeño demostré tener una gran habilidad con la bici y pronto mi padre me compró una moto de trial. Fue una Cota 49, y al poco tiempo también una bici, una Monty T-11. Con esta última fue con la que empecé a competir. Recuerdo que con 7 años me devoraba las revistas de motos como el SoloMoto. Esa sensación de llegar al quiosco, comprar tu revista y oler el papel… Las nuevas generaciones no saben lo que se pierden al no comprar revistas. Pero bueno, ese es otro tema. Recuerdo que en un número, en la sección de trial, anunciaban una prueba de trialsín en Sitges, Barcelona, y yo le comenté a mi padre que yo quería ir a competir. Me dijo que muy bien, pero que si quería ir, que llamase al teléfono de información y que me apuntara yo mismo. Cuando llegó por la noche a casa le dije que ya lo había hecho, que estaba inscrito en la prueba y que cuando llegáramos a Sitges preguntáramos por un señor que se llamaba Pedro Pi. (Sonríe). Sí, el primer Campeón de España absoluto hace ahora medio siglo. Desde entonces, forjamos una gran amistad con toda la familia Pi y llegamos a vivir momentos muy especiales. De hecho, en mi casa poseo una de las primeras bicis pre-series de aluminio que sacó Monty en 1992 que me cedió Ot Pi, su hijo, para correr el Mundial.
– ¿Recuerdas cuándo te subiste por primera vez a una moto de trial? ¿Y tu primera carrera?
– Mi primera carrera sobre una moto de trial la disputé en el Campeonato de Aragón. Eran dos días de competición, en Albalate del Arzobispo, Teruel. Y sólo competí el sábado porque el domingo tenía carrera de trialsín.
– ¿Te hubiese competir en el Mundial?
– Mucho, y algunos de mis compañeros de categoría las temporadas 1995 y 1996 sí lo hicieron. Pero yo, económicamente, no pude permitírmelo. Sí que competí, en cambio, en varias pruebas del Campeonato de Europa.
– ¿Quién era tu piloto favorito cuando empezabas? ¿Y ya cuando estabas en el CET?
– Mi piloto favorito eran dos. Cuando empecé, Jordi Tarrés, y posteriormente Amos Bilbao, un gran tipo y muy espectacular pilotando. Fue una pasada poder competir con ambos durante los años que estuve en Sénior A-B. Ahora, en el CET, no tengo piloto favorito. Toni Bou es el mejor y es una pasada verlo pilotar. A Adam Raga lo admiro porque nunca ha tirado la toalla; no se da por vencido y está siempre pisándole los talones. Entre tú y yo, a quienes admiro mucho es a todos los pilotos jóvenes que compiten en TR1. No se achican ante ningún obstáculo, y siguen los pasos de los cinco primeros. De hecho, algunos de ellos ya han demostrado que ya están arriba; con los mejores del mundo.
– En su momento estuviste ayudando al que a día de hoy es tu principal rival en el certamen aragonés, así como en el CET de TR3, David Millán. ¿Cómo le conociste?
– Nos conocimos por las bicis. Cuando él empezó, yo ya había dado el salto a la moto, pero como somos de pueblos vecinos fuimos cogiendo relación. Cuando David empezó a ir en moto y a competir sí que fue a más nuestra relación, y ahora somos grandes amigos.
– He entrenado muchas horas con David. Sobre todo, cuando empezaba a competir. Ahora alguna vez entrenamos juntos, y la verdad que es divertido. Y siempre nos marcamos alguna zona de más nivel. (Sonríe). La pena es que tenemos poco tiempo; tanto él como yo.
– Para un piloto de trial, ¿cuál crees que es la mejor manera de empezar: en bici o en moto?
– El trial en bici es muy bueno para luego aplicarlo a la moto, y sobre todo ahora que se pilota mucho a una rueda. Es una técnica que viene de la bicicleta. Para mí, lo mejor, y si se puede, es cuando eres pequeño, hasta los 14 o 15 años, combinarlas o, al menos, entrenar tanto con la bici como sobre la moto.
– Tienes dos hijas. ¿Ya van en moto?
– Ivet y Emma. (Sonríe). Me siguen a casi todas las carreras y ya son asiduas al paddock del CET. Por ahora no van en moto. Sí que han hecho algún que otro pinito en biketrial. Emma tiene incluso una moto pequeña, pero no le llama mucho. Tendrá que seguir el padre compitiendo. (Risas).
– A todo esto, ¿has seguido este año el nuevo Mundial gestionado por Sport7?
– Lo he seguido por las redes sociales y he visto algún video.
– ¿Te gusta la zona de calificación del sábado?
– Pues sí. Le da un poco más de ambiente al fin de semana y sobre todo espectáculo para la afición.
– Este año el CET la ha incorporado para TR1. ¿Te gustaría también para el resto de categorías?
– Creo que para el CET… no. Y te diré por qué. Quizás nos obligaría a tener que desplazarnos el viernes y, por ejemplo, en mi caso, no me sería imposible en muchas ocasiones. Aparte que el coste económico se incrementaría. Tendríamos que dejar de trabajar un día e incluso gastar ¡¡vacaciones!! Mi respuesta es un NO rotundo a competir los sábados en el CET
– Por cierto, ¿non stop, como en el Mundial, o stop, como en el CET?
– A mí me gusta el non stop. Ya he competido bajo este reglamento y muchas veces entreno zonas sin parar. Pero el problema principal radica en saber si el control a interpretado que has parado o no. Por eso, me gusta el actual reglamento del CET. Sencillo y sin demasiadas complicaciones para pilotos y jueces.
– ¿Repetirá el Trial Matarraña como organizador del CET?
– El calendario 2018 está ya cerrado, pero creo que el CET volverá a Valderrobres más adelante. (Sonríe).