viernes, noviembre 22, 2024

Curso con Manuel Soler y Jaime Subirá en Robregordo

 

Después de doce ediciones, el Motoclub Sotobike sigue encontrando la manera de hacer aún más atractiva la cita anual en Robregordo. En esta ocasión alargó la convocatoria a la tarde del jueves y la mañana del viernes, ofreciendo a los aficionados un aperitivo en forma de curso de trial a cargo de dos ídolos de todos los que amamos el trial clásico, Manuel Soler y Jaime Subirá.

 Trialeando con los campeones

Un curso de un día y medio de duración orientado principalmente a los pilotos de nivel blanco y amarillo que quieren mejorar su nivel de conducción…y compartir unas horas trialeando y departiendo con estos dos grandes campeones.

El evento contó con nueve cursillistas y comenzó con la proyección de unos vídeos realizados por Manuel y Jaime para introducir a los pilotos en lo que al día siguiente tendríamos ocasión de practicar sobre nuestras motos.

Cada pequeño detalle fue tratado con todo detenimiento, utilizando la cámara lenta y volviendo sobre los puntos que a lo largo de la animada charla eran planteados por los cursillistas y también, en numerosas ocasiones, por los propios profesores que nos iban dando diferentes maneras de abordar obstáculos o incidiendo en aspectos de la puesta a punto de la moto.

Al día siguiente tocaba ponerse las botas y el casco y pasar a la acción.

 

 

Soler y Subirá coincidieron en que la moto tiene que estar bien puesta a punto para poder desarrollar nuestro pilotaje.

En particular consideran fundamentales aspectos como la posición del manillar y las manetas, minimizar la holgura del cable de gas y el funcionamiento coordinado de las suspensiones.

La presión adecuada de los neumáticos y la suavidad en los mandos son importantísimos también para nuestros campeones.

Fueron revisando las motos una por una y aconsejando a cada piloto sobre los puntos que debían mejorar, ayudándonos ellos mismos, con una sencillez admirable, en los pequeños ajustes que se podían hacer allí mismo. Alguno no se creía que estuviera manejando la misma moto después de pasar por las manos de Jaime o Manuel.

 

 

Tras estos consejos técnicos pasamos a realizar zonas con giros, rampas, escalones y medias laderas, marcadas bajo la óptica del trial clásico.
Todas ellas venían precedidas de una explicación teórica amplia, las recorríamos a pie dialogando con los profesores, después ellos las hacían sobre sus motos y, por último, nos tocaba realizarlas a los alumnos. Era una auténtica gozada escuchar las distintas propuestas de Jaime y Manuel, que se explican perfectamente por sus estilos de pilotaje y las motos tan diferentes que han pilotado cada uno. Verlos sobre la moto era simplemente mágico. Tras cada pasada recibíamos uno a uno consejos para mejorar posición, trazada, manera de dar el gas,…

A medida que transcurría la mañana se podía apreciar el progreso de los cursillistas y se escuchaban con frecuencia las felicitaciones de los profesores. Qué bonito es ver la cara de satisfacción del que pasa de hacer un cinco al cero después de recibir los consejos de estos profesionales. Con técnica se pasa de imposible a fácil era una frase de ánimo habitual en el curso,… que pudimos comprobar en la práctica.

 

 

Con el restaurante del Hotel Los Cerezos a punto de cerrar el horario del almuerzo llegamos cansados y sonrientes a la comida de clausura del curso en lo que pensábamos que era la despedida pero, ¡qué va!

Para consolidar lo aprendido y para profundizar en algunos de los conceptos desarrollados en el curso, después de la comida, hubo una nueva proyección pormenorizada de los vídeos en los que pudimos consultar de nuevo todas nuestras dudas.

Ya bien entrada la tarde nos despedimos del curso con el aliciente de saber que íbamos a tener la ocasión de reencontrarnos con Manuel y Jaime a lo largo de la carrera que empezaba al día siguiente.

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