Toni Bou cuenta desde octubre de 2021 con un nuevo hombre de confianza en su equipo: Carles Barneda, ex mochilero de pilotos como Takahisa Fujinami, Fumitaka Nozaki e incluso Jeroni Fajardo.
“Para llegar arriba tienes que tener talento, pero si no lo trabajas se queda simplemente en eso”
Es curioso que alguien a quien en su día convencieron para que echara una mano a su mejor amigo trialero en su debut en el Nacional, y de paso echarse unas risas juntos, se haya convertido para muchos en el mejor mochilero ‘pro’. Hablamos, como no, de Carles Barneda, el hombre que, con más de dos décadas de experiencia, acompaña, ayuda y asesora ahora al mejor piloto de toda la historia del deporte del equilibrio dinámico.
Con él tuvimos una primera conversación en Gironella, en Barcelona, escenario del regreso de Toni Bou al Campeonato de España tras tres temporadas de ausencia. Una charla que reanudamos semanas después, antes del inicio del Mundial de TrialGP 2024 en su casa.
– La pregunta es obligada: ¿Qué tal está Toni de cara al arranque del Mundial de TrialGP 2024?
– Está muy motivado y con muchas ganas de afrontar esta nueva temporada con los cambios de reglamento.
– Tras tres años sin participar, fue toda una sorpresa veros en Gironella, la segunda cita del Campeonato de España «CET» 2024. ¿Cómo es que decidisteis tomar parte en ella?
– Pensamos que sería un buen entrenamiento de cara el Mundial y siempre es bueno ver cómo están los rivales.
– No solo lograsteis la victoria, sino que Gabriel Marcelli acabó segundo. Mejor imposible, ¿no?
– La verdad es que sí. Todo salió muy bien y más en nuestro caso donde a Toni le tocó abrir todas las zonas.
– Esta es tu tercera temporada como mochilero de Toni. Te estrenaste con él en octubre de 2021, en el Mundial X-Trial, que se había pospuesto debido a la pandemia de la COVID-19. ¿Cómo te convertiste en su hombre de confianza?
– Vino todo un poco rodado. Coincidió la retirada de Fujinami con que Toni necesitaba un mochilero y no podía decir que no a tal oportunidad.
– ¿Recuerdas cómo fue vuestro primer encuentro? ¿Y vuestro primer entrenamiento?
– El primer encuentro fue a final de temporada durante una salida en bici y me preguntó si quería empezar a trabajar con él ahora que Fuji se retiraba. El primer entrenamiento si no me equivoco fue en Piera y poco a poco hemos ido creando esa confianza tan necesaria entre piloto y mochilero.
– Pocas personas le conocerán como tú. ¿Cómo es el día a día con el mejor piloto de la historia de nuestro deporte?
– En realidad, es muy fácil trabajar con Toni. A parte de un gran piloto, es una gran persona y me siento afortunado de estar a su lado y poder ayudarlo en lo que necesite. A día de hoy, no sé donde están sus límites y puedo decir que estoy viviendo un sueño.
– ¿Tiene alguna manía especial a la hora de que le prepares la moto?
– ¡Qué piloto no tiene manías! (Sonríe). Pero en favor de Toni diré que son muy pocas.
– ¿Y en carrera?
– Le gusta llegar a las carreras con los deberes hechos y saber que en la moto está todo en su sitio.
– Hasta la fecha atesoráis juntos tres Campeonato del Mundo de X-Trial y otros dos de TrialGP, además de comandar el actual Mundial Indoor. ¿Esperabas una relación tan provechosa y exitosa?
– En realidad, se trabaja cada día para que esto continue así y, a poder ser, que se alargue lo máximo posible. Al final, hay todo un equipo detrás trabajando por el mismo objetivo.
– ¿Cuál es su mayor virtud? ¿Y menor?
– Virtudes son muchísimas, sino no tendría su impresionante y muy abultado palmarés. Pero después de tantos éxitos quizás te diría que es la pasión con la que lo sigue viviendo cada día.
– Y hablando de vivir. Estás viviendo en primera persona, y valga la redundancia, la eclosión definitiva de Jaime Busto y Gabriel Marcelli como pilotos de Élite, pero desde el lado de su máximo y principal rival a batir. ¿Cómo lleváis su explosión como adversarios por los títulos?
– Yo creo que Toni lo sabe gestionar muy bien porque lo convierte en una motivación para seguir creciendo y mejorando en su día a día. Está claro que los rivales se van acercando. Pero estoy seguro que no se lo va a poner nada fácil porque con el paso de los años se aprende a suplir las posibles carencias con la experiencia.
– Una de las principales virtudes de Bou es que tiene un equipo estable de trabajo prácticamente idéntico desde su llegada a Montesa. ¿Es ese su gran secreto para llevar desde 2007 imbatido en cuanto a títulos internacionales individuales?
– Sin duda alguna tener un equipo como Montesa-Honda detrás que te apoya es fundamental para que un piloto se centre en su trabajo y tenga una buena estabilidad. Contamos con un gran equipo de personas. En especial, con Jordi Riera y Joaquim Isart. Los tres somos los que estamos más en el día a día con él.
– Como recordabas al inicio, antes de Bou, estuviste con otro campeón como Takahisa Fujinami. Para ser exactos, de 2007 a 2021. ¿Cómo te enrolaste en su equipo?
– A primeros de 2007 dejé de trabajar con Jeroni Fajardo tras su paso a Beta y necesitaba tomarme un respiro. Pues bien, al cabo de un mes, Montesa-Honda contactó conmigo porque necesitaban un mochilero para Fujinami. Y tras hablar con ellos empezó nuestra relación. (Sonríe).
– Ya nos has contado cómo fue ese primer encuentro con Toni. ¿Recuerdas cómo fue el primero con ‘Fujigas’? ¿Y vuestro primer entrenamiento?
– Lo recuerdo con mucha ilusión porque Fujinami era todo un referente y creo que ambos congeniamos muy bien. Nuestro primer entrenamiento fue, como no podía ser de otra manera, en barro. Y os garantizo que aquello sí eran entrenos duros de verdad. (Vuelve a sonreír).
– ¿En qué sentido? No será porque ahora llueve menos…
– Con Fujinami, partíamos de la premisa que si sabías conducir en barro sabías conducir en cualquier tipo de terreno. A partir de este punto, muchos entrenamientos eran simulacros de carrera donde buscaba sus límites en cada zona. Lo que ha hecho Fuji a lo largo de su carrera creo que tiene mucho mérito, ya que ha vivido y se ha adaptado al nuevo pilotaje de las generaciones de pilotos que han ido llegando. A los hechos me remito. Ha sido el piloto más joven en ganar una prueba del Mundial y a la vez también ha sido el más veterano en hacerlo tras 25 años en la máxima competición.
– ¿Tu día a día con Fuji era similar al de ahora con Toni?
– Un poco, ya que cada piloto tiene su sistema de trabajo, que es al fin y al cabo el que cree mejor para conseguir sus metas. Ambos son pilotos muy trabajadores que tienen muy claro su objetivo y saben que nadie regala nada. Está claro que para llegar arriba tienes que tener talento, pero si no lo trabajas se queda simplemente en eso. La disciplina, o mejor dicho, la autodisciplina es la que te da ese punto más para estar delante.
– A todo esto, ¿tenía Fujinami alguna manía especial a la hora de que le prepararas la moto?
– Como he dicho antes, cada piloto tiene sus manias y quiere la moto puesta a su gusto. Sí que es verdad que las motos de Fuji a lo largo de su carrera siempre han estado muy mimadas.
– En carrera pues exactamente lo mismo que para entrenar, siempre todo puesto en su sitio y cuidando cada detalle.
– Ya vemos que por mucho que insistamos no nos vas a revelar ningún secreto de ambos…
– Cada uno tiene sus manías o costumbres que a la vez son sus pilares donde reside su confianza como piloto. A veces, son simples detalles, pero la suma de ellos te dan un puntito más.
– Tu viviste in situ, pero desde la bancada de Fuji, la llegada e irrupción de Toni Bou en el equipo Montesa Honda. ¿Nos puedes explicar cómo fue ese primer entreno conjunto en el que coincidieron por primera vez Fuji, Dougie Lampkin y Toni Bou?
– En los primeros entrenamientos, no pude estar porque me incorporé un poquito más tarde al equipo. Pero lo que fuimos viendo es que Toni estaba hecho de otra pasta. Lo suyo salía de lo normal y fue una sorpresa para todos la rapidez con la que se adaptó a la moto.
– Sin duda, Toni se acopló como mano a un guante a la Cota 4RT de 2007. En cambio, a Lampkin y Fuji les costó mucho más. ¿Por qué crees que al británico y al japonés les fue tan complicado pasar de la Cota 315R 2T a la Cota 4RT?
– Tanto Dougie como Fuji llevaban ya muchos años con la 315R y tenían un estilo muy adapatado a esa moto. Toni, por el contrario, venía con otra manera de ir en moto y en la 4RT encontró lo que congeniaba con su estilo a la perfección.
– De haber mantenido Montesa –y Honda– la 315, ¿Crees que Fuji tendría algún título mundial outdoor o indoor más?
– ¡Sin duda alguna! Cuando Fuji ganó el Mundial con la 315R en 2004 iba muy fuerte y de haber continuado creo que Adam Raga no lo hubiera tenido nada fácil para conseguir los dos títulos que logró en 2005 y 2006.
– A todo esto, ¿cómo ves a Fujinami en su actual papel de Team Manager del Repsol Honda?
– Es un gran cambio para él y para todos después de tantos años con Miquel Cirera. Y más con toda la experiencia que tenía. La ventaja de Fuji es que ya estaba dentro del equipo y ya conocía en gran parte cómo funcionaba todo, sin olvidar que estamos en una marca japonesa y, por lo tanto, esto le facilita las cosas. Su punto fuerte es que mantiene un alto nivel con la moto y ayuda mucho a los pilotos a través de su experiencia durante los entrenamientos y las carreras.
– ¿Su forma de trabajar es similar a cuando era piloto o ha adoptado conceptos e ideas del anterior ‘jefe’?
– Han habido pequeños cambios, pero en lineas generales se ha continuado con el mismo concepto. Está claro que como manager no puede abrir gas como cuando era piloto porque intervienen muchos más factores… pero ganas ¡no le faltan! (Risas).
– Fujinami no ha sido el único piloto japonés con el que has trabajado. También estuviste varias campañas con Fumitaka Nozaki. ¿Qué recuerdas de tu etapa con él?
– Así es, en 2004 y 2005. Recuerdo esta etapa con mucho cariño porque fue una etapa de crecimiento en una fábrica pequeña como era Scorpa y con la llegada a España de un Nozaki recién proclamado Campeón del Mundo Junior, con muchas ganas de crecer como piloto.
– Sigue compitiendo en Japón, ¿verdad?
– Hace pocos días han empezado el Campeonato Japonés donde ha debutado con la Yamaha eléctrica con un quinto puesto en la general.
– Ahora que ya ha pasado un buen tiempo… ¿por qué crees que no acabó de explosionar como piloto de Élite? O dicho de otro modo: ¿por qué no fue ‘otro’ Fuji?
– La verdad es que fue una lástima que no acabaran de salirle los resultados y el mismo se exigiera demasiado viendo que no era capaz de llegar al nivel de Fujinami, que era su referente. En fábrica también esperaban ese salto adelante que finalmente no llegó, por lo que decidieron buscar otras opciones; otros pilotos.
– Muchos pensamos que la Scorpa que llevaba tampoco le ayudaba demasiado a brillar, ¿tú también lo crees?
– Scorpa era una fábrica con una estructura pequeña y sin mucha experiencia en el Mundial. La moto tenía sus puntos fuertes pero necesitaba una evolución que no llegó debido a que se centraron en el desarrollo de su moto de trial 4T.
– Entre Nozaki y Fujinami estuviste un año con Fajardo. ¿Qué tal aquella temporada?
– En 2006 me llamó Jeroni para entrar en la estructura de GasGas como su mochilero. Fue un gran año con varios podios en el Mundial, acabando sexto, y en el CET tercero. Ese equipo era una gran familia donde se trabajaba muy a gusto y del cual guardo muy buenos recuerdos. Además, ese año se obtuvo el título de marcas y el segundo Mundial de Raga.
– El día del Trial Indoor de Barcelona Jeroni Fajardo anunció su retirada temporal de la competición debido a problemas físicos. ¿Has hablado con él?
– Pues la verdad que no he tenido la oportunidad, ya que cuando nos hemos visto ha sido durante las carreras y no hemos tenido tiempo de hablar.
– Dado el contexto actual, ¿ves factible su regreso en 2025 para un último baile?
– Sería fantástico porque creo que para un piloto tiene que ser muy frustrante retirarse por una lesión, sin saber con certeza hasta donde habrías llegado si estuvieras en plena forma. Un poco esta situación fue la que viví con Fuji tras su grave lesión de rodilla donde quiso, con el permiso de Montesa-Honda, recuperarse y demostrar que aún no era el momento de su retirada.
– Por cierto, otro piloto gerundense, Isaac Pons, también te tuvo como mochilero. Fue en 2003 y con él formando parte del RFME Equipo Nacional Júnior. ¿Después de que se proclamara SubCampeón de Europa Juvenil 250 y Campeón de España Júnior en 2002 y justo antes de ser SubCampeón del Mundo de Trial Júnior. ¿No es así?
– Cierto. Con Isaac Pons hice mi primer Mundial como mochilero y lo disfruté muchísimo. Recuerdo que yo casi no había salido nunca de casa y aquella temporada descubrí medio mundo entre Campeonatos de España, Europeo y Mundial. (Sonríe). Todo se dio porque el importador de Scorpa, que estaba en mi ciudad y que me ayudaba un poco, decidió apostar por un piloto joven y me ofreció la posiblidad de acompañarlo.
– ¿Qué valoración haces de tu paso por el Equipo Nacional Júnior de la RFME?
– La verdad que muy positiva porque es un aprendizaje enorme. Y da la oportunidad a muchos pilotos y mochileros a empezar su camino.
– Tu primer piloto, sin embargo, fue tu amigo Josep Grau. ¿Cómo te convenció para que le echaras una mano en el CET de 2002?
– Con Josep Grau solíamos entrenar bastante juntos y recuerdo que un día, a medio entrenamiento, me dijo que le tenía que acompañar, que quería probar de correr una prueba del Campeonato de España que hacían, si no recuerdo mal, en la Pobla de Segur, en Lleida, y necesitaba un mochilero. La verdad es que lo pasamos en grande.
– ¿Por qué no te disfrutamos compitiendo en el CET?
– No, no… Yo no me veía con el suficiente nivel para estar allí.
– Te lo preguntamos porque en el certamen catalán, en distintos provinciales, así como en el icónico COTA o en Santigosa sí que habías competido…
– Si, pero para mi era un hobby, un deporte que me gustaba y me llenaba. Iba conociendo gente y disfrutaba de mi pasión. En cuanto a resultados, nunca destaqué especialmente en ninguno… pero competir me encantaba. (Sonríe).
– ¿Crees que hay algo de ti en todos los pilotos que han pasado por tus manos? ¿Y de ellos en ti?
– Me gustaría pensar que sí, que después de tantas horas compartidas haya dejado alguna huella en ellos porque ellos sí lo han hecho. Como he dicho se comparten muchas horas y te das cuenta de que los pilotos están hechos de otra pasta. En cada uno hay unas cualidades que los hace especiales y uno los puede tomar como ejemplo.
– ¿En qué te ha marcado cada uno de ellos?
– Vas viendo detalles de cada uno que te los llevas a tu terreno, como puede ser el ‘no rendirse nunca’ y ‘tener un método de trabajo’ de Fujinami o el ‘vivir lo que haces con pasión’ y ‘espíritu de superación’ de Toni. Estos detalles son unas buenas premisas a seguir cuando uno lo necesita. (Sonríe).
– Tu primera moto la tuviste con 4 años: una Mecatecno Cuc. ¿Recuerdas cómo y cuándo te la dieron?
– ¡Que tiempos aquellos!… En casa mi padre ya tenía moto de trial y yo ya me volvía loco solo con verla. Recuerdo que hacían una feria donde te las dejaban probar y supongo que mi padre me llevo allí para tantear cómo iba. Pues bien, al poco tiempo ya tenía una en casa, que se la había comprado a un amigo suyo porque a su hijo se le había quedado pequeña.
– … pero al poco ya te agenciaste una Bultaco Chispa. Notarías el cambio a mejor, ¿no?
– Sí, sí. Y en seguida me adapté a ella. Y recuerdo pasarme los fines de semana quemando depósitos en una finca de unos amigos. (Risas).
– Sin embargo, desde los 11 a los 18 años no tocaste ninguna moto de trial. ¿Por qué?
– Yo iba creciendo y necesitaba una moto más grande. En aquel entonces salió la Mecatecno Dragonfly infantil, pero eran muy caras. Con mi padre decidimos esperar un par de años y mirar de comprar una moto grande. Pero por desgracia, cuando llegó el momento, en casa no se lo podían permitir y no fue hasta los 18 que con mis ahorros me pude comprar mi propia moto.
– Eso sí, siempre pendiente de todo lo que acontecía en el deporte del equilibrio dinámico. ¿Cómo te mantenías al día de todo lo que pasaba en el mundo del trial?
– En aquel entonces no había más que las revistas en el quiosco y los triales indoors que daban por la tele. A parte, siempre que había algún trial cerca, intentaba ir a verlo.
– …ahora lo tendrías más fácil gracias a Internet y las redes sociales. Por cierto, hemos visto en las tuyas que eres un gran amante del ciclismo. ¿En qué te ayuda más allá de mantenerte en forma?
– Sí. Lo cierto es que me encanta. He encontrado en la bici una forma de desconectar y cargar pilas que no he sabido ver en ningún otro deporte.
– ¿Quién era tu piloto favorito? ¿Y ahora?
– Ahora supongo que no hace falta decir quien es… (Sonríe). Y antes… han sido Jordi Tarrés, Amós Bilbao, Dougie Lampkin y Takahisa Fujinami.
– Llevas más de dos décadas ejerciendo como mochilero en el Campeonato del Mundo. ¿Es muy distinto el Mundial actual del que viste por primera vez en 2003? ¿En qué?
– Esta es mi temporada número 22. Y es verdad que todo ha ido cambiando… pero tampoco mucho. Supongo que al ser un deporte minoritario la evolución es más lenta. Como en todos los deportes se ha profesionalizado todo un poco más, pero el deporte en sí no ha crecido.
– Parece ser que la FIM tiene la intención de acabar con la figura del mochilero. ¿Por qué sois tan necesarios para los pilotos?
– En primer lugar, por su seguridad. Eso es indiscutible. Y muchas veces no se le presta la atención que merece. A parte de esto, entraríamos en un extenso debate pero que a mi parecer no es más que una manera de recortar costes sin sentido. No me imagino a los pilotos acudiendo solos a un Mundial o a padres que llevan a sus hijos quedándose esperándoles en el paddock.
– De hecho, la FIM se escuda en que quiere hacer este deporte más competitivo y también más accesible, no sólo para los profesionales sino también para los aficionados. ¿Estás de acuerdo con esta afirmación?
– A mi parecer, no tiene mucho sentido. Al fin y al cabo estamos hablando de un Mundial con los mejores pilotos del mundo. No haces una carrera de MotoGP donde puedan correr aficionados. O si lo prefieres, no organizas una Champions League con equipos de tercera división. Lo que hay que hacer es promocionar y dar repercusión de este deporte que es maravilloso.
– Asimismo, desaparece tras un año el Parque Cerrado, que se hizo a imagen y semejanza de los triales de larga duración, citas como los Scottish o como sucede en la especialidad del Enduro. ¿Valoración?
– En un Mundial de trial, no le encuentro mucho sentido. Lo único que veo que han conseguido es tener unos paddocks vacios y sin ambiente alguno, que empobrece la imagen del deporte.
– A todo esto. Como mochilero, qué te gustaba más: ¿stop o non stop?
– Como mochilero, la verdad es que me es un poco indiferente. Quizás el stop nos da más tiempo para informar al piloto pero también hace que se tenga que subir mucho más el nivel de las zonas. El non stop para mi gusto es mucho mejor y marca mucho más la diferencia entre pilotos. El principal problema es el de siempre: el criterio de los jueces y cómo se marcan algunas zonas.
– ¿Y como piloto aficionado?
– Como aficionado… Me gusta mucho el non stop. Es un poco la esencia del trial.
– …¿Y por qué no te vimos competir en Santigosa este año junto a Fuji y los chicos de la Montesa Talent School?
– La verdad es que intento desconectar y buscar tiempo libre para estar con la familia. Y más cuando no tenemos carreras y además venímos de unas semanas intensas con el X-Trial y el Campeonato de España. Por eso no me visteis. (Sonríe).
– ¿Qué le pides a lo que resta de 2024?
– Pues les pido un nuevo año de éxitos, que las lesiones nos respeten y que la FIM marque por fin un rumbo claro a seguir para dar al trial la fama y respeto que se merece.