SCOTTISH PRE-65		3-4 y 6-11 de mayo, 2002
Kinlochleven, Escocia, Gran Bretaña		La esencia del trial clásico	Texto: Ramón Sallés Fotos: R. Sallés, H. San Martín, I. Tamargo

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   SILKOLENE SCOTTISH PRE 65 TWO DAY TRIAL 2002 (3ª parte)

   El famoso Pipeline

   Ahora se acaba la interzona lenta, cogemos un camino ancho y de bajada, mientras Jaume me avisa de que el siguiente grupo es el Pipeline. La BSA funciona como un reloj y la bajada rápida dirección Kinlochleven parece que le sienta de perlas pues se refrigera bien (el principal problema de las cuatro tiempos clásicas es la pérdida de potencia cuando se calientan). Mientras hacemos millas empiezo a pensar en esto del Pipeline, ¿será tan impresionante como dicen?

   Bueno, pues es eso y más. Cuando llegas al pié del Pipeline ves dos cosas. Primero una subida larguísima, es decir más larga de lo que la mayoría estáis pensando, y absolutamente recta que se va empinando a medida que se acaba, y segundo un montón impresionante de público situado a cada lado de la zona, bueno, es mejor decir zonas, porque son tres secciones que se hacen seguidas (of course).

   Dejamos la moto a la entrada y empezamos a caminar subiendo para inspeccionar las zonas, el primer tramo está marcado con el número uno y no tiene ninguna dificultad, la zona dos tampoco parece difícil, aunque cuando ves subir a la gente a alguno se le atraviesa la moto y deja algún punto, y la tres ya es harina de otro costal, porque entre que llegas rápido y con poca tracción hay que empezar a hacer algunas eses por culpa de un par de escalones, estos ya un poco más comprometidos. La roca patina bastante y si pierdes velocidad casi es imposible subir.

   Casi al final nos encontramos con Jill, la esposa de Mick Andrews, dos besos y nos ofrece algo de bebida. Se agradece porque la subida a pié desde abajo es durilla. Empezamos a ver pasar a los otros pilotos y solo algunos varios, pocos doses y algún uno rompen el rosario de fiascos. El Pipeline es sin duda la zona más famosa de los Scottish pre-65, pero es que realmente se lo merece.

   El público, formado la mayoría por aficionados británicos, es super entendido y educado. Se sitúa perfectamente colocado en los laterales de la zona, con el programa que han comprado para ver la lista de inscritos, sin que un solo aficionado prive la visión a otro y comentan pausadamente las maniobras de todos los pilotos que realizan la zona, mientras sueltan los correspondientes "ohh" de admiración o de ánimo si el piloto consigue llegar arriba o se queda en el camino.

En Escocia hasta el público es muy especial

Richard Thorpe, uno de los pilotos míticos

   Los pilotos son otro exponente de ello y nunca se quedan en la zona mientras otro piloto la realiza, con lo que nadie nunca te rompe la trazada. Además los controles se preocupan mucho de ello, y un simple "watch your backs" sirve para que inmediatamente todo el mundo salga de la zona. Como aquí, vaya.

   Bueno, estamos en el Pipeline y de nuevo llega Mick Andrews. Todo el mundo está intentando la zona tres haciendo una especie de "S" para poder remontar el doble escalón que está a unos quince metros del final de la zona, después de subir por una gran losa de piedra. El problema está en que haciendo la "S" pierdes velocidad, lo que es lo mismo que perder adherencia, lo que equivale a pies o fiasco.

   Mick empieza a mirar a la izquierda, justo al lado de las puertas que limitan la zona y me doy cuenta de que no está inspeccionando en absoluto la trazada de los demás pilotos. Le preguntó por donde tengo que subir y me señala una trazada imaginaria, justo rozando los límites de la zona hasta llegar al escalón y enfocarlo directamente. "Si vas recto no perderás velocidad y pasarás sin problemas el escalón, después te vas ligeramente a la derecha y subirás sin problemas" Lo miro con cara de incrédulo y me dice que lleva más de treinta años subiendo el Pipeline, que le haga caso. Como yo no lo he subido en mi vida decido seguir el ejemplo, aunque quiero esperar que Mick haga la zona para verlo.

   Se hace el silencio cuando Andrews entra e inicia la subida mientras se oye perfectamente como el motor de la afinada James trabaja a pleno rendimiento, un evidente cero en la uno, otro en la dos, se mete en la tres y sigue el camino planeado, el escalón no es tan fácil como parece pero aguanta mientras la moto recupera bien y saca la zona a cero. Chapeau campeón.

Joel Corroy, otro nombre mítico de los Scottish

   Bajamos y nos ponemos a la cola, hay cuatro o cinco pilotos esperando. Stuart es el primero en intentarlo, pero se queda justo a la salida de la dos. Jaume es el siguiente y empieza a subir muy despacio y además decide hacer la "S" en la tres, casi no lo veo porque está lejos, aunque poco después el juez me dice que espere, y veo la BSA atravesada en la zona.

   "Glups", ahora me toca a mi, y la verdad es que me he puesto más que nervioso, salgo en primera, he decidido hacer toda la zona en esta marcha porque si la moto pierde la trayectoria en segunda no podré arrancar. La primera zona es puro trámite, como un camino, pero en la segunda la moto ya se empieza a mover algo más, aunque consigo mantener la tracción y solo se cruza casi cuando ya estoy al final, justo en una parte algo más llana y con tierra suelta, recupera bien y en seguida coge otra vez algo de velocidad, con lo que entro en la tres bien colocado, el corazón me dice que coja el trazado de la izquierda pero la cabeza me dice que me vaya a la derecha, pero que diablos, estoy en el Pipeline y sigo por la izquierda. Durante unos metros el principal problema es no rozar las flechas de límite de zona e incluso no pisar el pié de algún espectador despistado, pero se apartan rápido cuando me ven enfocar por ahí, llega el escalón y la BSA sube bien, aunque los amortiguadores hacen tope brusco y por un momento parece como si se hubiera parado de golpe, casi he perdido toda la velocidad y queda la última rampa, la moto reacciona y tracciona, empieza a subir lentamente, estoy a tres metros de la salida y patina de atrás, se cruza, aguanto pero me voy directo al cartel "finish of hill" del lado derecho, se me escapa el pié pero no sé si ya estaba fuera, aunque francamente creo que el eje de la rueda no había pasado.

Enrique Echezarreta, uno de los 4 españoles presentes en Pre-65

   Tengo un pequeño problema, me ha dado un calambre en la mano izquierda, se me han quedado los dedos cerrados sobre el manillar y la moto se cala ya fuera de la zona, pero no importa, estoy alucinando y de repente el público empieza a aplaudir, miro al control y dice "clean" mientras me muestra el puño con todos los dedos cerrados, me ha puesto un cero, estoy en el Pipeline y acabo de tocar el cielo.

   La BSA de Jaume dice basta

   Estamos ya casi al lado de Kinlochleven, pero quedan las dos zonas de Aluminium Works antes de pasar por el paddock donde respostaremos nosotros y las motos. Las dos zonas están al final de una bajada y nuevamente son de agua, muy bonitas por cierto. En el bucle de la tarde hay solo diez zonas, y Stuart dice que el recorrido es una buena parte por la carretera que va a Glencoe. Nos queda casi una hora y media, o sea que no podemos entretenernos, pero tampoco vamos palmados. Examinamos la zona y arrancamos las motos, bueno solo dos motos, porque la BSA de Jaume no parece querer ponerse en marcha. Paramos otra vez y empezamos a mirar la moto, que si el cable que habíamos reparado por la mañana, que sí la bujía, que si no hace nada de chispa, ¡ manda carallo con la moto !.

   Miramos y miramos, y Jaume no deja de pegarle patadas a la palanca de arranque, pero nada de nada. Han pasado casi veinticinco minutos y decidimos hacer las zonas Stuart y yo, Jaume se marca dos cincos y intentaremos llegar al paddock para desmontar la moto. Las zonas son fáciles, aunque dejo un uno en la segunda por imbécil, pero bueno, ahora el problema es la BSA del de Cabrianes.

Así quedó la moto de Casadesús, no hubo manera de arrancarla

   Nos espera una "bonita" subida por el sendero hasta llegar al camino que llega a Kinlochleven, y Jaume y yo empujamos su BSA cuesta arriba. Aquí se aprecia claramente la diferencia con una ligera Bultaco, y aún más con respecto a una GG Pro, que parece una mountain bike al lado de la B40, pero resoplando llegamos arriba. Ahora me toca volver a por mi moto y cuando alcanzo a Jaume empiezo a empujarle desde mi moto en marcha con mi pié en su estribo. A los pocos minutos llegamos a la furgo y sacamos las cajas de herramientas, le echo una ojeada al reloj y ya solo quedan cincuenta minutos para mi hora de entrada, las 16.09.

   Volvemos a revisar lo que podemos, sacamos el depósito, miramos cables, otra vez el parador, pero la moto se niega a arrancar, ni siquiera llega a soltar un tímido petardeo por lo que Stuart empieza a temerse de que el tema viene del encendido electrónico. Jaume está muy desanimado pero no pierde la calma, y al final acordamos que es mejor que continuemos Stuart y yo, porque en caso contrario nos quedaremos todos fuera del trial por las penalizaciones. No tengo tiempo de comer nada, pongo gasolina y salgo zumbando, quedan treinta y cinco minutos y faltan diez zonas, tres minutos y medio por zona, es imposible. El recorrido es por la carretera y la BSA va a tope de vueltas, mientras en dirección contraria me voy cruzando con los pilotos que ya han hecho el bucle y vuelven a Kinlochleven, la mayoría ya tienen números por encima del cien, y miran con extrañeza a ese de la BSA nº 19 que va como un loco.

   Cnoc a Linnhe y prisas, muchas prisas

   El primer grupo de zonas, Cnoc a Linnhe, está a pocos metros de la carretera y cuando llego decido que no puedo parar a mirarlas, tengo que hacerlas directamente. Hay tres pilotos esperando y sin pedirles permiso entro a toda velocidad en la zona mientras el juez mira con cara de espanto, es de agua y parece recta, perfecto, hay un par de piedras grandes pero las paso bien, cero, la segunda zona está conectada con la primera y parece que hay una curva dentro del río, allá voy, joder esto está más hondo de lo que pensaba, gasssss!, salgo a una rueda pero evidentemente no hago la curva y me estrello contra unos hermosos troncos, fiasco, pero no importa, salgo a toda velocidad de la zona y pienso que ya solo quedan ocho.

   Teóricamente hay cuatro zonas en este grupo, pero las otras dos están un poco más lejos y el camino está muy embarrado, aunque llego rápido y esta vez no hay nadie esperando, una mirada al juez que tampoco entiende lo que pasa y me meto en la zona, otra vez de agua, primera y ligero para intentar evitar un fiasco si me patina y la moto deja de avanzar, vale, acaba la zona y la dos continua dentro del río pero como de costumbre es algo más complicada y la salida está detrás de un pequeño escalón de piedra, no la veo, la moto tracciona bien, pasamos el escalón demasiado rápido y a un metro de la salida me voy al suelo, hay una losa de piedra que no había visto y la rueda trasera ha patinado y ha cruzado la moto.

   Bueno, sigamos. Me da la sensación de que estoy en una cronometrada de enduro y sigo las flechas en medio de la pradera hasta que de repente ya no hay más flechas. Me paro y veo la zona a lo lejos, pero está mucho más arriba de donde estoy yo ahora, intento volver a subir pero la moto se hunde de atrás, mierda, estoy en un blackwater, solo faltaba esto, pero es un blackwater enano y salgo fácil, consigo recuperar mi rodera, poner tercera y subir.

   Pollock Hill

   La zona es Pollock Hill, había leído algo sobre esta zona en las revistas clásicas sobre los Scottish, creo que ya la hacían en aquellos años. Es una torrentera de piedra y no tiene pinta de ser nada fácil, o sea que me paro un momento y dudo si subir a mirarla, pero no puedo. Otra vez le pido permiso al juez, y mientras está empezando a decir el típico "Are you ready? ya he entrado a toda velocidad, segunda y rápido, a los veinte metros ya llevo tropecientos pies, pero la moto sigue avanzando y llego al final a varios, podía haber sido peor. Aún quedan cinco zonas, aún tengo quince minutos, voy a ritmo, pero todo depende de si los grupos tienen las zonas seguidas o no.

   El recorrido tiene una bajada bastante fuerte y parece que nos dirigimos otra vez a la carretera, alcanzo a un par de pilotos que bajan muy despacio, es un sendero de apenas medio metro y no hay espacio para adelantarlos por lo que me meto por la hierba cuesta abajo a toda velocidad y sin frenar, cielos esto patina una barbaridad, paso al primero y el segundo clava los frenos asustado cuando me ve a su lado, se le gira el manillar y sale por las orejas, lo siento colega.

Por la carretera tuve que ir a toda velocidad

   Ya estamos otra vez en la carretera y ahora las flechas señalan "S.O." (todo recto) en dirección otra vez a Kinlochleven, otra vez el motor de la BSA tiene que sufrir un rato. Tengo que ponerme de pié en las estriberas porque las vibraciones son tan fuertes que casi me impiden pilotar, y de repente la moto empieza a fallar, por lo que me paro y le hecho una ojeada al motor, no es nada, las vibraciones han aflojado la bujía. La vuelvo a roscar con la mano, no tengo tiempo de buscar la llave y salgo otra vez a toda velocidad.

   Caolasnacoan, Camas Na Muic, UUUUUFFFFFFFF

   Caolasnacoan es otro nombre que me suena, ¡bingo! hay tres zonas conectadas, pero esta vez hay otro piloto que acaba de arrancar y tengo que esperarme, por lo que aprovecho para respirar un poquito. La BSA huele un poco a chamusquina y es que el cilindro parece algo mojado de aceite, o será la gasolina que perdía por la bujía floja. Bien, el otro ya está fuera y allá voy, varios-cero-cero, solo la primera tenía problemas. Faltan dos zonas que también tienen nombre famoso, Camas na Muic, me quedan seis minutos y la llegada está a unos escasos dos kilómetros.

Sammy Miller (a la derecha) toda una leyenda del trial

   Tengo tiempo de echarles una ojeada rápida, perfecto, la primera es fácil, pero la segunda es muy bonita, dentro del río y con alguna roca grande, salen bien, dos ceros, y al menos acabaré el día con buen sabor de boca. Kinlochleven está aquí mismo y llego a toda mecha a Aluminium Works, entrego la tarjeta con cara de alivio y el juez me mira y con cara lacónica suelta "le han sobrado a Vd. treinta segundos.....", vale toda una eternidad, podía haberme tomado las cosas con más calma.

   Justo a su lado reconozco a Sammy Miller hablando con otro participante, ya no toma la salida en los pre-65 desde hace unos años, pero no se pierde el espectáculo a lomos de su famosa Ariel GOV 132.

   Mala suerte para Jaume

   Vuelvo a la furgo y Jaume tiene la BSA aún más desmontada, los Wilkinson le están echando un vistazo, pero sus caras denotan que de momento no han podido arreglarla.

Mick Andrews, Mick Wilkinson y Stuart hacen lo que pueden con la BSA de Jaume

   Poco después llega Mick Andrews y también empieza a revisar la moto de Jaume, parece que tiene las ideas un poco más claras y desmonta la tapa del encendido, Mick es un excelente mecánico y preparador. La moto no da chispa, pero Mick mueve algo con un destornillador y a la siguiente patada la BSA suelta una estridente explosión por el escape, estaba lleno de gasolina y parece que ha saltado la chispa, continuamos probando con algo más de esperanza pero tampoco funciona. Mick no se rinde y lo intenta, pero después de casi una hora decide que no hay nada que hacer, hay que cambiar el encendido electrónico entero, es la retirada definitiva. Jaume se lo toma con flema inglesa, aunque la verdad es que creo que la procesión va por dentro.

   Manuel Casado y Enrique Echezarreta llegan a la furgo. Manuel ha tenido problemas con la Triumph, le costaba muchísimo ponerla en marcha y ha sufrido mucho por la tarde, pero ha conseguido acabar con cuarenta y un puntos, no está nada mal, mientras que Enrique, con la pequeña Tiger Cub muy justa de potencia está en treinta y nueve y también clasificado. Cargamos las motos y nos vamos al hotel, esta noche no hay pub, estamos cansados por el ajetreo de todo el día y tristes por la mala suerte de Jaume. Cena, esta vez hay carne picada con chile y prefiero el picante a los platos típicos de la cocina británica, perfecto. Mañana será otro día.

   ... Continuación... Day two, mucho mejor...

   Segunda parte

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