Un año más los 2 Días Internacionales de Trial de Clásicas fueron un gran éxito, contando con la presencia de más de 200 participantes, e incluyendo entre ellos a Jordi Tarrés y Manuel Soler. Intentar explicar lo que es el trial de clásicas de Robregordo es muy sencillo y a su vez muy difícil. Sencillo porque es un trial espectacular, duro y divertido, difícil porque tiene tantos momentos, tantas experiencias, anécdotas, personas, vivencias, que seguramente escribiríamos un libro y nos quedaríamos cortos. Robregordo es sentir el trial en su máxima expresión, como siempre se ha hecho, un trial auténtico y genuino "non stop" sin saltar, colocar la moto, parar y subir escalones verticales de 3 metros. Ver a Tarrés, uno de los primeros junto con Avhala que perfeccionó el parar la moto pero que no ha olvidado la esencia de sus primeros mundiales, los que gano con un estilo "más tradicional", o al gran Manuel Soler, alguien que al pasar la zona para verla, por donde pisaba con los pies, pasaba exactamente por el mismo sitio con la moto, una delicia.
Sentir el olor de los motores, el aceite quemado, las averías de última hora… todo esto y más es lo que representa Robregordo para los que tuvimos la suerte de poder usar estas motos cuando eran lo último en tecnología, y para los que las prueban ahora por primera vez, el darse cuenta de que el trial no siempre ha sido como nos lo quiere hacer ver, por ejemplo, el gran Toni Bou. Tener la suerte de escuchar de su propia voz la vida trialera de Jordi Tarrés con Manuel Soler a su lado chinchándole y haciendo que el final de la cena fuera un momento de distracción y admiración a esos dos monstruos del trial que son ellos. Meterte en un corrillo y departir con los dos y con los que allí estábamos cualquier duda, o anécdota que les querías preguntar. Las zonas, espectaculares, sencillas para algunos, un suplicio para otros y la interzona, más de lo mismo auténtica, larga, dura, como siempre fueron los triales en otros tiempos, más de uno en la zona 21 ya no podía ni arrancar la moto.
Esto y mucho más es Robregordo, esto es el trial, esto es como dijo Mike "The Bike" Hailwood, FOR THE LOVE OF THE SPORT. Robregordo volvió a ser algo grande Tenemos que dar las gracias al Moto Club Sotobike, a todos los colaboradores, jueces, pilotos participantes, público asistente, y todos los que año tras año consiguen que los 2 Días de Clásicas de Robregordo sean algo único, especial, GRANDE... Durante estos 9 años este trial ha ido a más, convirtiéndose por mérito propio en uno de los mejores triales de clásicas a nivel internacional, y lo que es aún más importante, habiendo conseguido un carisma, un ambiente, un "algo" especial que lo hace estar al nivel de otras pruebas en las que también se respira ese "algo", como los SSDT o Santigosa.
Ese algo que ya casi no existe en otros triales, y que parece haber ido desapareciendo con los años. Un ejemplo de ello es la capacidad de atracción, de enganche, de crear nuevas ilusiones y hasta nuevos aficionados. Cada año en Robregordo debutan algunos nuevos trialeros, que aunque machacados vuelven a casa con una sonrisa en la boca y enganchados para siempre al maravilloso mundo del trial, al verdadero trial, y eso es algo que hoy día tiene un enorme mérito. La única pega es que ese fin de semana tan especial pase tan rápido, con tanto ajetreo y con tantas prisas que apenas nos de tiempo a saborearlo más, a poder ver y hablar con todos los amigos que allí se dan cita. Ahora sólo queda esperar hasta el próximo año y disfrutar de los recuerdos, las anécdotas, las charlas en el bar, en el próximo trial o entreno y aquí en el foro de Todotrial, y ver una y otra vez todas las fotos que ya forman parte del recuerdo vivo de este trial. Para contribuir en este recuerdo, un año más plasmamos en este reportaje lo sucedido.
Comienza la actividad
Los miembros de la organización llevaban ya meses trabajando para tener todo listo, pero la tarde del viernes suponía el inicio de la actividad más frenética con la llegada de los primeros participantes. El parque cerrado empezaba a llenarse de motos clásicas, las verificaciones administrativas y técnicas mostraban ya algunas colas, y es que esta edición ha vuelto a superarse con un total de casi 230 inscritos. Como siempre, en la verificación se recibía el dorsal y una bolsa con algunos obsequios ofrecidos por diversos patrocinadores, una camiseta conmemorativa y una placa portanúmeros de recuerdo personalizada con el nombre de cada piloto. Pronto el bar y la terreza del Hotel Los Cerezos estaban llenos, así como todos el resto de alojamientos de la zona, que colgaban el cartel de "completo". Actividades deportivas como esta aportan una importante inyección económica cada año, y en el caso del trial además ofrecen un gran atractivo para el público y todo ello siendo completamente compatible con la naturaleza, pues conviene recordar a los señores políticos y a los agentes medioambientales que la moto de trial es el vehículo más ecológico del planeta después de la bicicleta.
Por suerte en el Ayuntamiento de Robregordo son plenamente conscientes de esto, y en más de una década que llevan acogiendo triales, está más que demostrado que el paso de las motos de trial no daña en absoluto el medio natural sino todo lo contrario pues ha contribuido a mantener algunos caminos abiertos que anteriormente habían estado cubiertos de peligrosa maleza. Los grandes atractivos para esta edición, eran la acertada ampliación del recorrido para evitar el cruce de la carretera y la presencia de dos grandes mitos del trial, el 7 veces campeón del mundo Jordi Tarrés y el 4 veces Campeón de España Manuel Soler. La ocasión de compartir zonas y charla con Tarrés supuso algo muy especial para muchos, ya que Jordi marcó una época en la historia del trial, popularizó el trial en España hasta alcanzar los momentos de mayor éxito y difusión mediática y se convirtió en uno de los deportistas más reconocidos entre 1987 y 1995. Pero además fue el artífice de que muchos jóvenes se aficionasen al trial y por eso para muchos de los participantes en esta edición de Robregordo, incluído quien os escribe, Jordi Tarrés fue un ídolo de juventud.
Y que decir de "El Monstruíto" Manuel Soler, otro de los grandes de este deporte, que un año más no quiso perderse la oportunidad de acudir a este trial y nos hizo disfrutar de su compañía y su siempre interesantes anécdotas y reflexiones. Tan sólo por volver a ver a estos dos grandes, ya merecía la pena desplazarse hasta Robregordo aunque fuese como mero espectador. Ver a Jordi a los mandos de una Beta TR34 Campionato de 1989, con su inconfundible estilo de siempre, con sus espectaculares giros aéreos pero sin llegar a parar en ningún momento, aprovechando los rebotes de la suspensión para girar en el aire o sacando la pierna para mantener el equilibrio, nos hacía volver con la mente a finales de los 80. Y no era para menos ver también a Manuel Soler a los mandos de una Bultaco Sherpa "Kit" realizando las trazadas con su absoluta precisión después de haber recortado el guardabarros delantero para poder ver exactamente por donde pisaban los tacos...
La presencia de Tarrés sobre la mítica Beta además fue posible gracias al reglamento del Trofeo Sotobike, que desde el año pasado admite la participación de motos post-clásicas (con monoamortiguador, frenos de disco y refrigeración por agua) abriendo la entrada a un buen número de trialeras interesantes que hasta ahora estaban casi en el olvido. Con ello llegan nuevas marcas y modelos muy vistosos ampliando la atractiva variedad del parque cerrado. Así pudimos ver en acción a motos de 16 marcas diferentes (Aprilia, Armstrong, Beta, Bultaco, Fantic, Garelli, Gas Gas, Honda, James, Kawasaki, Mecatecno, Merlin, Montesa, Ossa, Triumph y Yamaha) y modelos más variados que nunca. El reglamento por coeficientes permite la coexistencia de motos de hasta 1989, premiando por supuesto la participación de las motos más veteranas, con la siguiente distribución de coeficientes por los que multiplicar la puntuación en las zonas: Pre 65 (0,7) Pre 80 (1), Post 80 (1,15), Open o modificadas (1,3), Post-Clásica (1,5). Con Robregordo se daba inicio al Trofeo Sotobike 2013, que este año además del campeonato por equipos añade el campeonato individual, dando más atractivo al certámen compuesto de 4 pruebas de 2 días: Robregordo, Maeztu, Pobladura de las Regueras y Los Ángeles de San Rafael, tal como podéis ver en el calendario de Todotrial Clásico.
Día 1, sábado
El sábado a primera hora, el ambiente era impresionante, quienes no estuvieron el viernes realizaban el proceso de verificaciones y a las 10 comenzaba a darse la salida por equipos de tres pilotos a razón de uno por minuto. Por delante había un recorrido de más de 35 kilómetros, con 25 zonas a recorrer en 6 horas más media de penalización. A quienes no disponían de equipo la organización les asignaba uno y de esta manera además se creaban nuevas amistades. El tiempo fue seco y soleado, y aunque a primera hora de la mañana soplaba algo de viento fresco, a medida que pasaban las horas la temperatura se hacía más agradable, perfecta para el trial, ya que no hacía frio ni excesivo calor. Nada que ver con la pasada edición en la que la lluvia y la fuerte tormenta con aparatosas descargas eléctricas marcaron el primer día. La presencia de la lluvia y el barro el año pasado hizo que el trial fuese mucho más duro y "místico" que en esta ocasión, pero como siempre en esta zona del puerto de Somosierra podría suceder cualquier cosa. De hecho 7 días antes, durante el marcaje de las zonas, la lluvia y la nieve hicieron acto de presencia. Ante este panorama, el MC Sotobike decidió acertadamente realizar un marcaje de las zonas más suave, de modo que si llovía estas fuesen más duras pero no imposibles.
Al final las zonas resultaron bastante más sencillas que en anteriores ediciones, pero esto era también el objetivo buscado para la redistribución de las categorías, ya que algunos pilotos están actualmente corriendo en una categoría inferior a la que les correspondería por su nivel, por motivo de formación de equipos u otras cuestiones justificadas. El barro del año pasado dio paso al polvo en los caminos en esta ocasión, y es que en Robregordo cada edición es diferente y para todos los gustos. Las zonas, perfectamente pensadas para cada una de las tres categorías como es habitual, y como ya hemos dicho más sencillas de lo habitual, pero muy bonitas, largas, trialeras y lo que es más importante, sin peligro en ninguno de los tres niveles. El marcaje de las mismas también fue perfecto, con las cintas y los pasos de cada nivel perfectamente colocados, claros y sin abusar de exceso de flechas, simplemente perfecto, claro y sin dar lugar a error.
Por supuesto no faltó la zona de avituallamiento y repostaje, situada en la antigua estación de tren, en la que se repartieron plátanos, naranjas, sandwiches, agua y... cerveza, siguiendo la recomendación que hizo Martin Lampkin el año pasado. Un trial que siempre destaca por una organización brillante, aunque en esta ocasión tuvo algunos fallos que pasaron factura a los participantes el primer día. La salida escalonada de 3 pilotos por minuto fue una equivocación, ya que provocó numerosas colas en las zonas, especialmente en las primeras. Si Robregordo siempre se ha caracterizado por ser un trial perfecto y en el que apenas hay colas esta vez no fue así, y ya en la primera se formaban tapones con más de 20 pilotos. De hecho algunos tardaron casi dos horas en realizar las dos primeras zonas, siendo los más perjudicados los últimos en salir, verdes y azules, pero también muchos amarillos.
Esto unido a otro error, como fue dar sólo 6 horas de tiempo cuando el recorrido era más largo que en anteriores ediciones, provocó prisas e incomodidad en la mayoría de participantes, que se vieron reflejadas en numerosas penalizaciones por tiempo. En un trofeo por equipos, en que se fomenta el compañerismo y lo habitual es que los tres componentes de cada equipo se esperen, no es correcto establecer un tiempo límite tan justo. Incluso muchos de los que fueron sólos y sin perder tiempo también penalizaron. Pero lo peor es que en casos así se generan unas prisas incómodas que hacen a los pilotos correr demasiado por la interzona y además no poder saborear un trial como este con más calma. Por supuesto quienes tuvieron algún problema mecánico, como un pinchazo quedaban descartados de entrar en tiempo y optaban por retirarse. Esta situación en un trial de clásicas como este, en el que la mayoría son pilotos veteranos no es lógica. Hay que agradecer en este punto la ayuda de algunos colaboradores como Jose García Goyes "Sivis" y Nacho Fernández Sancho, que contrubuyeron a hacer de doble control de zona para aligerar el paso en algunas zonas.
Pero también hay que decir que estos errores fueron totalmente involuntarios por parte de la organización y que conscientes de lo sucedido al día siguiente cambiaron totalmente el planteamiento y dieron la salida a cada equipo con un margen de dos minutos en lugar de uno, solucionando todos los problemas. Las penalizaciones de tiempo fueron en bastantes casos superiores a la media hora, lo que supondría la exclusión de muchos participantes. Ante este hecho la organización decidió acertadamente no excluir a nadie sino dar a quienes habían superado ese límite 30 puntos de penalización como caso excepcional. Al final del recorrido se pudo reponer fuerzas con algo de comida y bebida, repostar las motos, hacer algunas operaciones de mantenimiento o reparaciones y de vuelta al parque cerrado, que mostraba un aspecto impresionante. La terraza y el bar de Los Cerezos estaban una vez más llenos, y el ambiente que se respiraba era excepcional, pudiendo además compartir impresiones con Manuel Soler y Jordi Tarrés.
Cena y charla con Jordi Tarrés Pero el trial de Robregordo no acaba con las zonas, es un evento que ofrece mucho más. Tras disfrutar de las vistas al parque cerrado desde la terraza, frente a la montaña iluminada por el sol del atardecer, compartiendo tentenpié y charla con los compañeros pilotos, llega el momento de la cena de confraternización, que en esta ocasión se adelantaba a las 8:00 para que no se hiciese demasiado tarde. Tras esta llegaba un momento que resultó de los más interesantes del fin de semana, junto a 3 de sus motos (Beta TR34 Réplica de 1988, Beta Zero de 1990 y la Jotagas 2013) Jordi Tarrés nos contó toda su trayectoria deportiva, desde los inicios hasta la actualidad. Sus retos, sus logros, sus mejores y peores momentos, curiosidades, anécdotas y hasta interesantes detalles que nunca antes habían salido a la luz.
Desde sus inicios en la bicicleta, su primera moto, una Cota 349 preparada por Trueba que confesó ser la única moto que ha comprado, su paso por Beta y Gas Gas, su cambio de piloto a preparador que culminó con el título de Adam Raga y su posterior reto de crear su propia marca, la JTG. Todo ello contando con Manuel Soler como maestro de ceremonias e ilustrado con una interesante presentación de diapositivas preparada por Jorge de Lorenzo. Jordi se mostró ameno y abierto, contando todo tipo de detalles. Con un gran aplauso concluyó la charla, a la que siguieron numerosas fotos, firma de autógrafos y preguntas por parte de numerosos aficionados y admiradores. Día 2, domingo Tras un intenso primer día, quedaba otra segunda jornada de magnífico trial. El día amanecía soleado y algo más cálido, pero a final del trial las nubes amenazaron con tormenta, aunque afortunadamente sólo cayeron unas gotas durante la entrega de premios.
La espera de los resultados del primer día se estiró hasta la mañana del domingo, y es que el MC Sotobike ha estrenado un nuevo programa de gestión de clasificaciones que dio algunos problemas por falta de adaptación a las peculiaridades del Trofeo Sotobike. Todas las incidencias van a ser solucionadas por lo que para la cita de Maeztu seguro que la presentación de clasificaciones será casi inmediata a la finalización del trial. Así, a primera hora de la mañana del domingo, los pilotos se agolpaban para ver sus puntuaciones, y de todos ellos destacaba el campeonisimo Tarrés, con un cero en su casillero. A las 9 daba comienzo la salida, que se alargaba hasta las 11, ya que acertadamente la organización decidía dar la salida de cada equipo con un margen de dos minutos, solucionando el error del sábado. Y así fue, ya que en esta jornada no hubo colas. En esta ocasión se habían eliminado tres zonas, acortando el recorrido, y unas cinco habían recibido cambios para hacerlas más difíciles y selectivas, en vista de los empates a pocos puntos en la jornada del domingo, especialmente en la categoría amarilla.
Este aumento de dificultad en algunas zonas cumplió su cometido, aunque a algunos les pareció innecesario. Aún así, en el nivel amarillo hubo 7 pilotos que finalizaron con 0 puntos, uno en verdes y ninguno en azules, ya que Jordi Tarrés se dejó un único pie. La jornada discurrió sin problemas, y mucho más rápido que el día anterior como es lógico, por lo que sobre las 15:30 ya habían finalizado casi todos los pilotos. La elaboración de las clasificaciones se retrasó más de lo esperado por los problemas anteriormente comentados, con lo cual estas no se presentaron y sólo se sacaron los tres primeros para hacer el reparto de trofeos tanto por equipos como individual. Lamentablemente este retraso ocasionó que Tarrés no pudiese estar presente, ya que tuvo que salir poco antes a coger su vuelo de retorno a casa. Las clasificaciones definitivas y con los errores corregidos, al final se presentaron entre el martes y miércoles, aquí en Todotrial.com, pero la próxima vez os aseguramos que todo será mucho más inmediato.
En cuanto a los resultados, a nivel de equipos, en el nivel más alto, venció el Team Gómez, compuesto por Mariano Gómez y sus hijos Alfredo y Sandra. Segundo puesto para el Gallo Racing y tercero para el Gas a Tope. Comentar que algunos equipos estaban incompletos con 2 participantes (terminators) o sólo uno en el caso de Tarrés. En el nivel verde, Amigos del 76 eran los ganadores, seguidos del team Rum y del Vall del Ges Trial Team. Y en amarillo, victoria del 176 Years Old Trial seguido del Panderetas y el Salcedo Trial Classic, este último también equipo familiar, formado por el padre de Rafa Salcedo y sus dos hijos. En los resultados individuales destacada victoria de Jordi Tarrés (Beta TR34 Campionato) en el nivel azul, con 1,5 puntos, seguido de Alfredo Gómez (Bultaco Sherpa 199B) con 11,5 y de Diego Urreta (Fantic 240) con 24,15.
En verdes el ganador era Javier Aldecoa (Bultaco Sherpa 199) con 3 puntos, segundo Jaume Bonfil (Fantic 240) con 4,6 y tercero Marino Galilea (Fantic 305). Y en el nivel amarillo victoria clara de Victor Martín (Bultaco Sherpa 80) con 0, segunda plaza para Josep Soldevila (Bultaco Sherpa 80) con 0,85m y tercera para Jordi Tabau (Bultaco Sherpa) con 1 punto, en la que fue la categoría más apretada. Una vez más Robregordo fue un trial "para enmarcar", con grandes aciertos como el nuevo recorrido, aunque con algunos pequeños fallos no habituales, que seguro no se repiten, pero que en su conjunto volvió a suponer un gran éxito, por su organización, por su ambiente, por todo el conjunto de factores que hacen que este sea un verdadero trial auténtico, independientemente a que sea de clásicas. Y es que como dijimos al inicio de este extenso reportaje, esto es el trial, esto es como dijo Mike "The Bike" Hailwood, FOR THE LOVE OF THE SPORT.
Galería de fotos 1, sábado:
Galería de fotos 2, domingo:
Galería de fotos 3, sábado y domingo:
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