2 Días de Trial de Clásicas de la Costa Brava 2012 El fin de semana del 1 y 2 de diciembre de 2012 se disputó el renacido trial de dos días de la Costa Brava en Sant Feliu de Guixols. Organizado por motoclub 2dtrial Costa Brava se pretendía recuperar una prueba mítica en los años '70 que en varias ediciones fue cambiando de formato de 3 a 2 días. Esta prueba era también la última del campeonato Trial Classic Tour 2012. El viernes 30 de noviembre empezaban a llegar los primeros pilotos participantes, muchos de ellos venidos de Francia con sus autocaravanas que pudieron aparcar en el paddock asfaltado junto al mar. Este es uno de los aspectos a destacar, la existencia de un paddock en un aparcamiento municipal asfaltado y en el mismo paseo de Sant Feliu de Guixols, con servicios allí mismo, lo que facilita mucho las cosas a los participantes y sus acompañantes. El mismo viernes por la tarde, mientras los organizadores acababan de marcar la interzona y las últimas zonas, llegaba al paddock la furgoneta de Albert Bergadà acompañado de su hijo Frederic que tan pronto llegaban ya se ponían a trabajar en las motos de algunos participantes. Su presencia en los paddocks de los triales de clásicas ya es habitual, y todos nos hemos habituado a contar con asistencia mecánica de urgencia a pie de carrera. A más de un piloto han salvado de tener que retirarse de un trial gracias a sus mágicas reparaciones de urgencia. Albert Bergadà, ahora con Frederic nos hace sentir a los trialeros la sensación de que tenemos cada uno de nosotros una "asistencia privada" como los mejores pilotos del mundial. Destacar también la participación de un grupo de pilotos provenientes de Suiza, que ya son habituales en las pruebas del Clásic Tour en la Costa Brava. Y finalmente el sábado por la mañana se activaba todo el "circo" de los triales de clásicas con la apertura de inscripciones en un local habilitado dentro del Casino de Sant Feliu. En este punto se produjo una cierta acumulación de pilotos que se querían inscribir en buena parte provocada por el elevado número de participantes que llegaron hasta los 107 inscritos. Sin embargo, la gran tarea de los miembros de la FCM, Josep Serra y Josep Soldevila, junto con personas de la organización hizo que pudiesen sacar adelante las inscripciones y que el primer piloto tomara la salida a las 9:30 horas, bajo la atenta mirada del "speaker" Pep Sala, un habitual en todo tipo de triales en toda Cataluña. A destacar la participación de grandes estrellas invitadas por la organización con fueron Manuel Soler pilotando, como no podía ser de otra manera, una Bultaco Sherpa, un Mick Andrews siempre con una sonrisa para todos y un Jaume Subirá que sorprendió a todos por su gran estado de forma y que hizo todas las zonas de nivel azul demostrando que no ha perdido sus dotes de grandísimo trialero.
Sin embargo, la organización decidió que estos tres pilotos invitados no venían a competir (que de competición tienen los bolsillos llenos) sino a disfrutar del trial sin ninguna presión, y a hacer disfrutar al resto de participantes que pudieron ver el gran estilo de todos ellos y compartir dos jornadas trialeras con aquellos pilotos a los que admirábamos pequeños. Fue una decisión muy acertada pues esto sacó todo tipo de presión a los tres "grandes", que pudieron dedicarse a dar espectáculo del bueno en todas las zonas. Después de un recorrido que nos alejaba de la costa atravesando el término municipal de Sant Feliu, subía por una pista de tierra donde los pilotos de nivel amarillo pasaban de largo las zonas 1 y 2 e iban directamente a la zona 3 para de evitar colas en las zonas alargando la carrera. Estas dos primeras zonas pensadas para los niveles verde y azul causaron sorpresa a los participantes por la gran cantidad de agua que bajaba por el arroyo fruto de las lluvias caídas la semana anterior, que en algunos lugares llegaba a cubrir media rueda de las motos.
La zona 3 se encontraba al lado del camino en un lugar de fuerte pendiente y con tierra muy blanda que ponía a prueba las capacidades de tracción de las motos y el tacto de gas de los pilotos para evitar patinazos. Siguiendo arriba por el camino llegaban las zonas 4 y 5, ambas en un arroyo pero esta vez con menos agua, y seguramente una de las más bonitas del trial. Seguía el recorrido montaña arriba hasta llegar a las zonas 6 y 7, llamadas el "pipeline" de Sant Feliu, pues por su configuración recordaban un poco aquella mítica zona de los Scottish. Subida con tierra muy pedregosa que ponía a prueba las fuerzas de los pilotos. Siguiendo con el recorrido se llegaba a la zona 8, con giros sobre grandes rocas, y en la zona 9, al lado del camino con muy poca pendiente pero con trazadas y giros complicados. Seguramente una de las zonas más sencillas del trial para dejar reposar un poco los participantes que en ese momento ya llevaban una buena cantidad de kilómetros a sus espaldas. Siguiendo nuevamente con el recorrido, este llegaba a las zonas 10 y 11 y el repostaje y avituallamiento. Con 25 kilómetros de recorrido y en motos clásicas posiblemente no habría sido necesario repostar, pero desde la organización se quisieron evitar sorpresas y se habilitó un servicio de traslado de los bidones de los pilotos para asegurar la disponibilidad de carburante. Este servicio de traslado estuvo a cargo del motoclub Els Cremats de Llagostera, uno de los clubes más activos de Girona. También sus socios se encargaron de los controles de las dos zonas. A destacar las espectaculares vistas del mirador que impactaron a todos los participantes. Pero lo que más impactó a los pilotos fue el encontrarse de repente, cuando llegaban a esta zona, con una gran zona de avituallamiento donde se ofreció todo tipo de comidas y bebidas a los participantes: bocadillos, fruta variada, embutido, quesos, turrón de chocolate, frutos secos, e incluso chocolate bien caliente para recuperarse de las bajas temperaturas. El avituallamiento corrió a cargo de familiares de la organización de Sant Feliu de Guíxols que se volcaron con la prueba y a quienes hay que agradecer muy sinceramente su labor. Una vez recuperados los estómagos de las personas y los depósitos de las motos, se hacía un largo recorrido hasta las zonas 12 y 13. La primera era una subida con una pendiente que se iba incrementando y un final bastante complicado. Según la mayor parte de los pilotos, hasta ese momento era la zona más difícil del trial. Y seguramente de las más bonitas por las grandes vistas sobre el mar y la bahía de Sant Feliu. Todos sabemos que en el trial, con el paso de las motos de los participantes, hay zonas que se suavizan pero hay otras que incrementan su dificultad, y esta fue una de ellas para todas las categorías. Era una zona nada peligrosa pero bastante difícil. Después venía la zona 13 consistente en giros cerrados, y subía posiblemente a la que era la parte más bonita del recorrido, una bajada por un sendero muy trialero, con grandes vistas al mar que nos llevaba ya muy cerca de Sant Feliu, donde estaban marcadas las zonas 14 a 18, todas ellas bastante similares pero que ofrecían diferentes dificultades para los pilotos. Seguía la interzona en dirección al mar entrando en la zona denominada Punta Garbí donde estaba marcada la zona 19, que combinaba las piedras con la tierra y los giros cerrados. Y finalmente el último tramo en zona urbana que nos llevaba a la misma playa en frente del paddock donde se había marcado la última zona que transcurría por encima del espigón con grandes rocas (y grandes agujeros) y la arena de la misma playa. Finalizaban todos los pilotos con la comida en el Casino de Sant Feliu, incluida en el precio de la inscripción, y con muy buenas sensaciones, tanto en lo referente a las zonas como la interzona. En cuanto a las clasificaciones de la primera jornada, evidenciaron que en el nivel de dificultad amarillo se corría el riesgo de tener excesivos empates a puntos imposibles de deshacer, lo que conllevó que la organización decidiera modificar algunas zonas de cara a la siguiente jornada para provocar desempates. La idea inicial era modificar tan solo 3 ó 4 para incrementar la dificultad, especialmente al nivel amarillo, lo que estuvo a cargo del miembro de la organización Joan Durán, actual trialero clásico que había participado en varias ocasiones en los Costa Brava de los 70. Joan, con su gran capacidad de trabajo, salió el domingo de madrugada con su Merlin Réplica Gallach con la intención de modificar alguna zona, pero al final las modificó casi todas, y como ha comentado algún piloto de nivel amarillo, estos pilotos tuvieron la suerte de poder disfrutar de 40 zonas todas diferentes durante los dos días. La verdad es que contar con personas como él facilitan la organización de una competición de este nivel. Comenzaba el domingo la segunda jornada del trial con temperaturas ligeramente más bajas y con una decena de bajas del día anterior. Como ya hemos indicado, recorrido y zonas eran los mismos pero con cambios significativos que lograron el objetivo deseado de provocar más penalizaciones en el nivel amarillo y que se deshicieran los empates de la primera jornada. Finalmente, en categoría clásicos, con una gran participación de 41 pilotos, triunfo de Víctor Martín "Bonaigua" con su Sherpa T que el primer día había rodado a cero las 20 zonas y que en la segunda jornada dejó 5 puntos que no fueron suficientes para perder la primera plaza. Segunda posición para Jordi Tubau con tan solo 7 puntos (2+7) y tercer lugar para el piloto valenciano José Mª Martínez que se vio perjudicado por un "fiasco" inesperado en la zona 7 al chocar con un árbol, lo que le hizo perder la segunda posición. En la categoría pre-72, con 6 participantes, victoria sobrada de Jaume Negre con su Ossa MAR con un total de 19 puntos de penalización superando en Joan Cunill, que había ganado la primera jornada con tan solo 7 puntos pero que "pinchó " el domingo marcando 24 puntos, pese a lo cual fue segundo de la categoría. En tercera posición Josep Ibern, con Montesa, con una muy buena segunda jornada. Un piloto francés, René Mabily, ganó en la categoría pre-65 con una Greeves que presentó dos tarjetas con tan solo 2 puntos de penalización en ambos días obteniendo la mejor puntuación global del nivel amarillo. Este resultado, aparte de demostrar un gran nivel de este piloto, demuestra que el marcado de las zonas era realmente clásico. No es nada habitual en las competiciones de trial clásico que pilotos con motos pre-65 superen a pilotos con motos mucho más modernas de hasta mediados de los años 80. En segundo lugar Xavier Ribot con su Dot, que había ganado la primera jornada con un solo punto pero que al marcar seis el segundo día perdió la primera plaza del podium. Tercer lugar para Javier Conde con su Guzzi a un solo punto del segundo. Gran participación de 20 pilotos en esta categoría, algunos de los cuales con verdaderas joyas como las Motobecane de Angelo Deligia y Benoit Verin o la espectacular Triumph de Eduard Kampfer. Pasando a la categoría trialeros, ya con nivel de dificultad verde, 19 participantes se disputaban los tres lugares del podio con un Ferrán Vilarnau que, pese a no haber ganado la primera jornada, hizo una segunda vuelta espectacular con sólo 3 puntos que le sirvieron para alcanzar el primer puesto con su Triumph. Segundo clasificado Rafael Caballé con Fantic, quien a pesar de haber ganado el primer día no pudo mantener la primera plaza. En tercera posición Amadeu Novell, también con Fantic. Con 12 participantes en la categoría pre-80, ajustada victoria de Samuel Valls con Ossa en pugna constante con Jaume Jordana y su Bultaco que quedó a tan solo 3 puntos de la primera posición. Cerraba el podio el incombustible Kiku Carbonell con Bultaco, que marcó una gran tarjeta en la segunda jornada que le permitió hacer el tercer lugar. Y finalmente la categoría Expertos con 12 participantes, con triunfo destacado de Genís Sánchez con Fantic con tan solo 19 puntos, seguido de Antoni Ramonet con 26 penalizaciones y el francés Michel Ranc con Honda, que a pesar de haber ganado la primera jornada exhibiendo un nivel de pilotaje espectacular, marcó 24 puntos en la segunda y un total de 36 pies que le relegó a la tercera posición. Finalmente la entrega de premios tuvo lugar en el mismo paseo de Sant Feliu de Guixols con vistas al mar y con el convencimiento de todos de que el año 2013 será el que marcará la consolidación de estos dos días de trial de clásicas Costa Brava que han empezado con tan buen pie. Este trial fue también la última prueba puntuable del Classic Tour 2012, Costa Brava 2012, un campeonato social de tres pruebas, ya que a esta se añadían los triales de Tossa y Llagostera. A continuación encontraréis las clasificaciones finales. Galería de fotos, Mercé Gou (Motocat):
Video, by Claudio:
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