Posadas	15 de Abril, 2007
2ª de 6	Córdoba
Campeonato de Andalucía de Trial de Clásicas			Texto: Rafael Moreno "Pali" Fotos: F. Jimena y Rafael Moreno "Pali"

   Victoria compartida

"Er Bacalao" con su bonita Sherpa

Las clásicas tuvieron su segunda cita del certamen andaluz en la localidad cordobesa de Posadas, en la prueba más veterana del calendario andaluz, que llegaba este año a su vigésimo séptima edición. En el previo ya pudísteis ver el video del Trial de posadas de 1979...

Tras las buenas sensaciones de la prueba inaugural de Cullar, se esperaba con muchas ganas para ver la evolución del campeonato. La prueba malena mantuvo el nivel de participación que, por lo visto, costará mucho que aumente a lo largo del campeonato, a pesar de lo cual el ambiente es fenomenal entre los participantes.

Ya el sábado tarde, varios de los participantes de las localidades más lejanas, fueron llegando a Posadas con la intención de compartir una buenas jornadas de trial.

La salida y el parque cerrado se ubicó definitivamente en el Polígono industrial, junto al Pabellón de Deportes.

A primera hora del domingo fueron llegando el grueso de los participantes, donde pudimos ver algunas novedades, como el regreso del cordobés Gutiérrez y otras curiosidades como algunas motos restauradas y puestas a la venta.

En lo deportivo decir que a las diez, tomaba la salida el primer piloto para realizar el recorrido de seis zonas a tres vueltas, marcadas en el cauce del arroyo Guadalbaida, que con las lluvias de los días previos nos dejó unas imágenes poco habituales por nuestros triales.

Angel gutiérrez con Fantic	Francisco Javier Herrero con Honda

Rai, de estreno

Bajo la organización de el Motoclub Posadas, que puso de manifiesto de nuevo su buen hacer, comenzaba la prueba a las diez de la mañana con la salida de pilotos que desde la salida se desplazaban hasta el paraje de los Molinillos, donde estaban las secciones y donde se realizaba el cambio de tarjeta, para ya con la prueba finalizada volver al paddock.

Con un día casi veraniego comenzaba la acción y los pilotos fueron realizando su recorrido en unas zonas poco habituales, con agua en su mayoría y con un trazado asequible, con trazadas amplias pero técnicas y sin ningun peligro para participantes y motocicletas.

El primer paso por las zonas dejaba claro que varios pilotos optarían a la victoria por las bajas puntuaciones y la igualdad entre ellos y donde cualquier error sería un lastre insalvable para el que no afinase.

Pepe Serrano y Angel Gutiérrez, marcaban cero en esta vuelta inicial, mientras Carlos Paricio con su inseparable Ossa penalizaba un punto. Tras ellos, Perea, Herrero y Parada vencedor de la prueba inaugural, se descolgaban, este último con un fiasco que le lastró de forma importante.

Por detrás del grupo con opciones los habituales, Giraldez, Rull, Moreno o Heredia entre otros, estaban inmersos en su particular luchar por saber quien estaría por encima del otro.

Carlos Paricio

El transcurso de la prueba confirmaba a Serrano y Gutiérrez en la cabeza, repitiendo el resultado de la primera pasada.

Por su parte Paricio se unía al grupo de los "ceros" y se posicionaba también para la victoria final. Con esta situación tan apretada se llegaba al giro final con la duda de quien penalizaría y los nervios de que la victoria estaba en un puño.

Al final ni a Serrano con su Sherpa, ni a Gutiérrez con su Fantic, les afectó la presión y finalizaban el total del trial sin penalizar, lo que les daba una victoria compartida en el trial maleno. Tras ellos Paricio acababa sin penalizar el tercer giro y con un total de un punto, colocándose tercero de la clasificación final.

Con el podio ya decidido la pelea de los perseguidores finalizaba con Perea cuarto por delante de Herrero y Parada que estrenaba moto tras la "defunción" de su Cota en la prueba inaugural en la jornada del domingo. Señalar en abandono de Ordóñez con un pequeño pero doloroso golpe en las costillas sin importancia.

En la entrega de premios, cada participante recibía de la organización una bolsa con regalos conmemorativos y posteriormente un almuerzo para charlar distendidamente y contarse las batallitas de cada uno. El comentario general era de satisfacción y la sensación de haber disfrutado de una excelente jornada del más puro trial clásico.