Taller
de Trial |
Mecánica
de preparación
|
K�rate
a muerte en Bangkok (comparativa Keihin – KRP)
|
Texto
y fotos: J.M.
|
![]() |
Veremos
como reparar un monoamortiguador viejo
|
Los ms.
Introducción
Cuando se mencionan
las sublimes artes marciales y los buenos carburadores inmediatamente se piensa
en Jap�n. Sin embargo, no s�lo en estas islas de devoradores de pescado
crudo se saben hacer estas cosas, a veces, de donde menos te lo esperas te viene
la torta. La llamada serie B ha generado pel�culas, como la que da t�tulo
a esta comparativa, que no desmerecen de estar en primera fila. Con poco
presupuesto, teniendo las cosas claras y unos buenos int�rpretes, se puede lograr
el �xito en el mundo del arte. La carburaci�n, como arte mec�nico de musa
desconocida, tampoco escapa a estas excepciones y por ello tenemos hoy el honor
de presentar el bravo combate entre Keihin San y Xiansheng KRP.
En el rinc�n de la derecha tenemos al archiconocido Keihin PWK de 28 mm: es
el carburador m�s sublime, seg�n la cr�tica tradicional, que se puede montar
en una trialera de primera fila. De noble alcurnia nipona, en su reinado
ha tenido que v�rselas con rivales de poca monta –Dell'Orto PHBL–
con antagonistas de su propia sangre –Mikuni VM– y con imberbes
ne�fitos con fallos de juventud –Dell'Orto VHST–, combates de los
que, a la larga, siempre ha salido victorioso (con alguna ayuda que otra por
parte de los jueces).
El poder�o de
este campe�n reside en su excelente fundici�n y mecanizado, que le confiere
una precisi�n extraordinaria a la hora de regular el flujo de aire y gasolina.
Adem�s, cuenta con un clicl� de baja con emulsor incorporado que mejora la pulverizaci�n
de la gasolina a pocas rpm, aportando un tacto excelente donde otros s�lo atinan
a alimentar un par de pistonadas mal dadas. Este carburador, no obstante,
es demasiado grande para seg�n qu� cilindrada o forma de conducir (p.e. una
250 con piloto de estilo cl�sico) y, al no existir hermano menor, hay que recurrir
a encamisar el difusor para dejarlo en 25/26 mm, que proporcionan m�s tacto
a costa de sacrificar potencia en alta.
En el rinc�n de la izquierda presentamos al aspirante KRP. A secas.
Procedente de los barrios marginales de los fundidores asi�ticos, con multitud
de hermanastros --como el tal vez m�s conocido OKO--, ha sacado sus maneras
a base de observar y copiar hasta el �ltimo detalle del gran campe�n.
Es un carburador curtido en peleas callejeras de scooters tuneados y mantiene
el tipo cuando le ense�as la lima, pero si escarbas en su naturaleza interior,
compruebas la imperfecta humildad de su linaje. De fundici�n y mecanizaci�n
m�s tosca, imita hasta la �ltima rebaba del Keihin y, aunque no consigue la
manufactura perfecta de �ste, esconde un par de katas muy efectivas: se puede
encontrar en 24 mm (el que se prueba en esta comparativa) y dispone de un circuito
adicional �power-jet� para ampliar la estirada hasta m�s all� de donde acaba
el trial.
Al
detalle
En las fotos se pueden observar los principales detalles de ambos "Karburadores".
En los dos modelos comparados (Keihin PWK 28 y KRP 24) absolutamente todas
las partes son intercambiables: chicl�s, aguja, campana, boyas, tapa, tornillos...
lo que da una idea de lo exacta que es la copia del original. Esto es
una gran ventaja para el usuario, que podr� encontrar muy f�cilmente cualquier
elemento que necesite. Eso s�, las piezas que tiene marcada una peque�a
K (las originales Keihin) est�n mejor fabricadas y puedes fiarte de que la numeraci�n
coincide con la medida de agujas y chicl�s. En las otras mejor asegurarte
midi�ndolas, por si acaso.
Montaje
La prueba se llev�
a cabo en una Gas Gas TXT-Pro 250 '06. Como el Dell'Orto PHBL26BS original
es unos 10 mm m�s largo que nuestros invitados, si se quieren hacer las cosas
bien hay que recurrir a una de estas dos alternativas: adquirir el conjunto
caja de l�minas/tobera independiente de la Raga-R�plica, o bien a�adir un postizo
al carburador para alargar la distancia necesaria. Si se monta el carburador
a lo bestia, forzando la tobera y la toma de aire de la caja de filtro, la cubeta
del carburador tropieza con el c�rter y, tarde o temprano, acaba sali�ndose
de su sitio. En las Sherco se puede montar a pelo, si se le da la vuelta
al maguito que une carburador con la caja de filtro, de modo que la boca ancha
quede hacia el carburador. En el caso que nos ocupa, se procedi� a a�adir
el postizo roscado, adapt�ndolo a la medida del Dell'Orto y aprovechando para
dejar el di�metro del cuello a la medida propia de la tobera (34 mm) en vez
de los 36 primitivos del KRP.
Para utilizar el mismo cable de acelerador del Dell'Orto se puede aprovechar
el codo met�lico de salida de �ste y a�adirle un casquillo separador de 8 mm
para que de el juego necesario en el nuevo carburador. Si no se tienen
muchas contemplaciones, se puede cortar el cable y poner un prisionero en el
mando del gas, aunque la primera opci�n es mucho m�s fiable y, adem�s, reversible.
Finalmente, es aconsejable intercalar un filtro de gasolina en el macarr�n que
viene del dep�sito, ya que ninguno de los asi�ticos lo trae incorporado como
nuestro conocido italiano. Tambi�n es muy aconsejable desmontar por completo
el carburador nuevo y soplar a conciencia por todos sitios con 3en1 y aire a
presi�n. No es raro que alguna viruta o pegote de taladrina/aceite se
quede atascado en alg�n recodo, quebr�ndonos luego la cabeza a la hora de la
carburaci�n. Este momento es el adecuado para fijar la altura de las boyas
en 20/21 mm. Si se queda por debajo de esta medida, tirar� gasolina por
el rebosadero; si se queda por encima, la moto se quedar� corta de gasolina
en subidas prolongadas.
Reglajes
El KRP de 24 mm ven�a con reglajes para scooter, as� que directamente se le
puso un 45 de baja y un 120 de alta (contando con el efecto adicional del power-jet
de 10). La campana sin numeraci�n es equivalente a la 3.5 de Keihin y
la aguja (6KB) se coloc� el clip en la ranura m�s baja, de manera que actuase
de forma similar a la JJH en la ranura intermedia. Tambi�n se probaron
otras combinaciones (Tabla 1) con buenos resultados, donde ya son los gustos
personales los que determinan qu� combinaci�n montar. En caso de duda,
se puede recordar que cuanta m�s gasolina pase por el chicl� de baja y m�s aire
deje pasar el tornillo, menos tacto se deja para el conjunto campana/aguja.
Dado que el circuito de baja funciona de un modo pr�cticamente independiente
de la apertura de gas, menos control tendremos del motor mediante el acelerador.
Combinaci�n | c. baja | c. alta | aguja | clip | t. aire | Efecto |
Media | 45 | 120 | 6KB | 1� | 1 a 1.5 | Equilibrado. |
Fina | 42 | 120 | 6KB | 1� | 0.5 a 1 | Baja suave, mucho tacto y subida r�pida, pero tendencia a picar con escape sucio. Requiere retoques en funci�n de las condiciones atmosf�ricas. |
Gorda | 50 | 118 | 6KB | 2� | 1.5 a 2.5 | Muchos bajos pero menos tacto, carburaci�n m�s estable a costa de aumentar un poco el consumo. |
Conclusi�n: �merece la pena?
En este caso es f�cil huir del t�pico �depende de las circunstancias�.
La respuesta r�pida es �s��. El KRP a�n con sus deficiencias con respecto
al Keihin, es un carburador netamente superior al Dell'Orto PHBL, proporcionando
un toque m�s preciso en baja y una estirada m�s lineal, debido a que se puede
afinar con mucha mayor precisi�n. Ahora bien, los peque�os inconvenientes
de montaje y el precio (a pesar de ser muy ajustado y notablemente menor al
Keihin) pueden desaconsejarlo en aquellos casos donde lo �nico que se desea
es que la moto funcione bien, sin meterse en l�os de macarrones ni toberas y
sin importar mucho si se tiene m�s o menos tacto en baja o dem�s melindres t�cnicas,
lo cual es una actitud pragm�tica y totalmente comprensible.
Para los tecno-melindrosos: �28 o 24? Esto tambi�n es f�cil de responder:
si tienes una 250 y te gusta conducir a punta de gas, contando las pistonadas,
punteando en las rocas sin temer que el motor se cale y subir limpia y progresivamente
sin que te arranquen los brazos, est� claro que un 24. Adem�s tienes la
ventaja de que, en el hipot�tico caso de que necesites un 26 o incluso un 28,
puedes mandrinar el KRP hasta la medida deseada y as� tendr�s el carburador
que m�s se ajusta a tus gustos. En cualquier otro caso, motores gordos
o fogosos con el gas, el 28 mm es la opci�n adecuada. Menci�n aparte para
las 125/200 (siempre han sufrido de carburadores m�s grandes por tal de aprovechar
el stock) que te�ricamente se ver�an beneficiadas por un 24, aunque esto no
lo podemos asegurar con datos reales pues no se ha terciado la prueba.
Al final, el campeon�simo Keihin sigue invicto gracias a su fina alcurnia y
gana el combate final, pero por pocos puntos y teniendo presente que muchos
asaltos han sido ganados por el KRP/OKO, especialmente el de precio y el de
la eficiencia en las 250. Como dec�amos al principio, la serie B no tiene
porqu� ser siempre la segunda, esto depende de los gustos del espectador.
En im�genes
Foto 1. De izquierda a derecha: un Keihin PWK 28 pata negra original,
el KRP de 24 mm objeto de esta prueba y el Dell'Orto PHBL 26 t�pico de GasGas
y Sherco. Como puede observarse, el KRP y el Keihin son id�nticos, o casi,
como se ver� m�s adelante.
Foto 2. El Dell'Orto es unos 10 mm m�s largo que el KRP, lo que obligar�a
en GG a utilizar una tobera m�s larga desde la caja de l�minas, o en Sherco
desde la caja del filtro de aire. Una soluci�n m�s fina, pero m�s compleja,
es alargar el carburador mediante un casquillo torneado al efecto (ver m�s adelante).
Foto 3. Keihin vs KRP por el lado izquierdo. El Keihin tiene un
respiradero adicional (el KRP s�lo tiene el de la derecha), el tornillo de ralent�
es de pl�stico (el KRP de lat�n) y, en este modelo de KRP, disponemos de un
"power-jet" o chicl� adicional en la parte m�s alta del difusor.
Foto 4. Vistos desde delante, es palpable la diferencia de di�metros en
el difusor (28 mm en el Keihin y 24 en el KRP). Aparte de este detalle,
ambos carburadores son id�nticos.
Foto 5. Desde detr�s, las diferencias son m�nimas, aparte del distinto
di�metro del difusor. En el KRP se puede observar la situaci�n del "power-jet",
que pulveriza gasolina en la parte superior de la tobera.
Foto 6. Campana y aguja Keihin a la izquierda con muelle y tapa, componentes
KRP a la derecha. Son ind�nticos en medida, de manera que son intercambiables
perfectamente entre ambos carburadores. No obstante, la fundici�n de la
campana Keihin es un poco mejor que la KRP, aunque �sta tambi�n est� cromada
y tiene una buena calidad.
Foto 7.1. En interior del KRP est� adecuadamente mecanizado y no presenta
defectos. Se puede observar la chimenea (donde entra la aguja), debajo
de ella el agujero que conecta con el circuito de baja y, arriba a la derecha,
la punta del tornillo de ralent�, donde hace tope la campana. Compara
con la foto 7.2 correspondiente al Keihin:
Foto 8.1. Cuba del KRP. Buena junta de goma (no pierde) y el t�pico
tubito de lat�n de rebosadero para evitar inundaciones de gasolina en el motor.
Compara con la foto 8.2 correspondiente al Keihin.
Foto 9.1. Flotadores OKO en el KRP, ello es buena muestra de que KRP y
OKO proceden de la misma cuna. No obstante, cumplen bien su misi�n (compara
con la foto 9.2 corrspondiente al Keihin). En el centro de carburador
se puede observar el chicl� de alta (hex�gono de 6 mm) enroscado en el soporte
de la chimenea (hex�gono de 12 mm) y, debajo de ambos, el chicl� de baja (ranura
para destornillador plano). El tubito de lat�n que hay abajo clavado en
el cuerpo del carburador es por donde entra la gasolina al circuito de est�rter.
Foto 10. El muelle es id�ntico en ambos carburadores. Para mejorar
un poco el tacto, se le pueden cortar un par de vueltas y con ello suavizaremos
el tiro de acelerador.
Foto 11. Detalle del "power-jet" del KRP. Al quitar el tornillo/tapa
superior, se observa un peque��simo chicl� (de tama�o 10) que pulveriza gasolina
en el cielo del difusor, mejorando (te�ricamente) la respuesta en alta. El
efecto que tiene en trial es insignificante, aunque conviene tenerlo en cuenta
y no pasarse con el chicl� de alta, ya que este peque��n a�ade siempre un poquito
m�s de gasolina.
Foto 12. Los chicl�s del KRP y del Keihin son completamente intercambiables.
Arriba a la izquierda tenemos el chicl� de alta, debajo el chicl� de baja
(obs�rvese el emulsor incorporado) y a la derecha, el peque�o chicl� del power-jet.
Foto 13. Colocaci�n del chicl� "power-jet".
Foto 14. Comparaci�n de los tornillos de aire. A la izquierda el
Keihin, a la derecha el KRP. En este apartado, gana el KRP pues monta
una junta t�rica que evita la entrada an�mala de aire y porquer�a. Esto
se puede evitar en el Keihin con un poco de tefl�n en la rosca.
Foto 15. Soluci�n al problema de la longitud del carburador. Para
instalarlo sin problemas en lugar de cualquier Dell'Orto original, se le puede
a�adir un suplemento. Hay que recortar y roscar el cuerpo del carburador,
donde se roscar� el suplemento, que cierra herm�ticamente gracias a una junta
t�rica. En la foto se puede observar el croquis con las medidas.
Esta tarea es una de las que m�s respeto suele dar a los aficionados y, por ello, suele dejarse en manos de un taller o, directamente por imposible, acabando casi siempre con el amortiguador viejo en la basura. Sin embargo, muchas veces se puede hacer una reparaci�n en nuestro mini-taller, si se cuenta con cierta experiencia y se sabe qu� es lo que tenemos entre manos.
En este art�culo os cuento c�mo desmontar por completo un amortiguador t�pico de nuestras trialeras, modificar o reparar las piezas pertinentes y volver a montarlo sin tener que pasar por un taller especializado ni contar con herramientas ni m�quinas especiales.
Eso s�, al tratarse de una pieza que contiene gas comprimido a muchas atm�sferas, andad con cuidado y, como siempre, no somos responsables de lo que hag�is en vuestros garajes.
Un poco de teoría para empezar
Tranquilos, que esta vez no hay f�rmulas. S�lo una descripci�n del funcionamiento te�rico de nuestro amortiguador.
![]() |
En la figura de
al lado pod�is observar el esquema de un amortiguador. Consta b�sicamente
de un muelle, un cuerpo principal y un v�stago que desplaza un pist�n primario
por dentro de �ste �ltimo. Con m�s detalle, pod�is observar un taco de
goma que act�a como tope en compresi�n y las arandelas que sujetan el muelle
entre el cuerpo principal (normalmente una o dos arandelas roscadas que permiten
regular la tensi�n en reposo del muelle) y el extremo del v�stago. Dentro
del cuerpo principal hay una pieza fundamental: un pist�n secundario (en verde)
que separa la c�mara principal con aceite (en rojo) de la c�mara secundaria
con gas a presi�n (en amarillo). El cuerpo principal est� cerrado por
una tapa con ret�n y casquillo de deslizamiento para el v�stago.
La misi�n del muelle es almacenar energ�a el�stica y devolverla cuando es necesario.
La misi�n del pist�n principal es frenar la entrada y salida de energ�a
el�stica, evitando de esta forma la oscilaci�n permanente del sistema (vulgo
muelleo). La misi�n del pist�n secundario es permitir el movimiento del
v�stago y evitar la cavitaci�n (ver m�s abajo).
El funcionamiento es muy sencillo: cuando el amortiguador se comprime, el v�stago
entra dentro del cuerpo y se almacena energ�a el�stica en el muelle. Adem�s,
el volumen de aceite que desplaza el tramo de v�stago que entra en la c�mara
primaria hace desplazar el pist�n secundario, comprimiendo el gas. De
no existir esta c�mara secundaria, el v�stago no podr�a entrar puesto que el
aceite no es compresible (hay otros sistemas, en los que el aceite y el gas
est�n mezclados, pero son notablemente inferiores a �ste de c�maras separadas).
El gas est� a mucha presi�n porque, aparte de servir para recuperar el
volumen requerido por el v�stago, tambi�n evita que se formen burbujas en el
aceite cuando es comprimido por el pist�n primario (fen�meno f�sico conocido
como cavitaci�n). Este gas tambi�n act�a en parte acumulando energ�a el�stica,
pero en mucho menor grado que el muelle. Cuando el amortiguador se extiende,
el v�stago sale y el volumen de la c�mara de gas aumenta, para recuperar el
hueco dejado por el v�stago.
![]() |
La velocidad de
compresi�n y extensi�n es controlada por el pist�n primario, que est� formado
por un paquete de l�minas met�licas que act�an como v�lvulas para dejar pasar
el aceite con mayor o menor facilidad. Este paquete se conoce normalmente
con el nombre de cartucho. Los amortiguadores regulables tienen un
v�stago hueco por el que puede circular el aceite a modo de atajo, siendo este
atajo regulable desde el exterior con un tornillo. En nuestro caso, el
amortiguador no es regulable, pero el proceso es id�ntico.
El amortiguador protagonista de este cap�tulo es un Oll� de una Sherco 2.9 '03. No estaba averiado, pero su comportamiento no era del gusto del propietario, que prefer�a menos freno hidr�ulico para aprovechar mejor el rebote.
Las fotos y las piezas que se nombran son, por tanto, espec�ficas de este modelo, aunque el proceso es f�cilmente extrapolable a otros modelos, puesto que el funcionamiento y construcci�n son los mismos para todos.
Una vez desmontado,
se limpia a conciencia para facilitar un trabajo pulcro y detectar cualquier
aver�a posible y verificar posibles fugas.
Para sacar el muelle basta con desenroscar la tuerca de regulaci�n, pero antes
de hacerlo, ten la precauci�n de medir la longitud del muelle (precarga) para
poder dejarlo con el mismo ajuste despu�s de la reparaci�n.
En la foto de la derecha podemos ver el amortiguador una vez extraido de la
moto, para lo cual simplemente hay que desatornillar los pasadores superior
en inferior.
En la foto de abajo a la izquierda (figura 1) podemos ver el aspecto del Oll� desmontado hasta donde permite la precauci�n de cualquiera. Nosotros vamos a ir m�s all�.
![]() |
![]() |
Figura
1
|
Figura
2
|
![]() |
Figura
3
|
Aunque no es estrictamente
necesario para la reparaci�n (salvo que hay que sustituir el tope de goma),
es aconsejable desmontar la r�tula terminal. Para ello, limamos con cuidado
dos planos contrapuestos en el extremo m�s pr�ximo del v�stago (figura 2)...
Ahora con con la ayuda de una llave fija (que habremos procurado que ajuste
perfectamente a los planos que hemos limado) podemos desmontar la rótula
(figura 3) y tendremos todas las piezas libres y mucho m�s espacio para trabajar
c�modamente. Este paso es obligado si hay que cambiar el tope de goma
(pieza blanca de la foto), pero si se quiere, se puede trabajar con la r�tula
montada.
En todo caso, los planos limados al final del v�stago no afectan a su robustez
ni pueden da�ar pieza alguna, pues aun en su m�xima compresi�n, no llega al
guardapolvos del sistema hidr�ulico. Lo que s� es importante es que estos
planos no presente rebabas que puedan ara�ar los retenes, guardapolvos o casquillos
que van a ir saliendo y entrando por el v�stago. Es por tanto necesario
lijar con cuidado esta zona que hemos limado, dej�ndola lo m�s fina y suave
posible.
![]() |
Amortiguador
con la rótula desmontada
|
Ahora es importante
medir la longitud del v�stago que queda fuera del amortiguador, porque la utilizaremos
despu�s en el montaje.
La
parte truculenta
Hasta ahora ha sido tarea sencilla y sin peligro, pero ahora nos encontramos
con la tarea de desmontar un engendro que est� sometido a una presi�n de 10
a 15 kg/cm2.
Esta fase del trabajo
es la que normalmente obliga a llevar el amortiguador a un taller especializado,
pero se puede evitar con un poco de ma�a y cuidado.
Vamos a despresurizar la c�mara secundaria haciendo un taladro cerca del extremo
de la misma. Dada la presi�n, es conveniente realizar este taladro protegiendo
adecuadamente los ojos con una gafas. Aunque la presi�n es elevada, dado
el peque�o volumen de la c�mara secundaria, en cuanto la punta de la broca penetre
unas d�cimas de milímetro, el gas saldr� con un r�pido silbido en un
brev�simo instante.
Para este primer taladro, mejor utilizar una broca peque�a (4 mm).
M�s adelante (despu�s
de desmontar el interior del amortiguador) agrandaremos este agujero para poder
acoplar una v�lvula tipo Dunlop (las normales de c�mara de toda la vida). Con
esta v�lvula podremos recargar el gas del amortiguador despu�s de haberlo reparado.
El sitio adecuado para taladrar el cuerpo es lo m�s cerca posible del final
de la c�mara, pero contando con que hay que dejar sitio para el anillo de la
v�lvula. Aqu� hay que tomarse el tiempo necesario, pues podemos arruinar
el amortiguador.
![]() |
![]() |
Marcamos
con una X el lugar a taladrar con una broca de 4mm
Al lado la válvula que después instalaremos |
Figura
4, marcamos dos planos para poder quitar la tapa
del guardapolvos del sistema hidráulico |
![]() |
Figura
5, sujetar con las mordazas y girar para sacar la tapa
|
Desmontaje
completo
Una vez eliminada la presi�n, podemos proceder al desmontaje completo del amortiguador.
Empezaremos retirando la tapa guardapolvos del sistema hidr�ulico. En el Oll�
es una sencilla tapa de aluminio metida a presi�n en el cuerpo principal. Para
sacarla, podemos limar dos peque�os planos a los lados... (ver figura 4).
Una vez realizados los dos planos los aprovecharemos para sujetarla fuertemente
con las mordazas de un tornillo de banco (ver figura 5). Si se tiene un torno,
se puede sujetar directamente la tapa con los perros adecuados, y no hay necesidad
de limar los dos planos.
Girando el cuerpo y tirando un poco de �l, conseguiremos sacar la tapa. En su
interior lleva un rascapolvos de goma, con el que tendremos mucho cuidado al
sacarlo por el extremo roscado del v�stago.
![]() |
![]() |
Figura
6, extraemos el circlip
|
Figura
7, el tapón de aluminio está sujeto por un clip circular
|
![]() |
Figura
8, si tienes torno puedes aprovechar para presionar el tapón con
un tubo, pero puedes hacerlo de otras formas, según tu imaginación
|
Con unos alicates
de puntas extraemos el circlip de seguridad que sujeta el verdadero tap�n del
sistema hidr�ulico (figura 6). Debajo
del circlip hay una arandela que podemos retirar f�cilmente con un destornillador
fino. Al quitarla, podremos observar el sistema de fijaci�n del tap�n.
La foto de la figura 7 no es muy buena, pero se puede observar como el tap�n
de aluminio est� sujeto por un clip circular de acero, que aparenta estar incrustado
entre el cuerpo del amortiguador y el propio tap�n. �C�mo demonios saco de ah�
ese alambre? Con un poco de ma�a. El tap�n lleva en la base una junta t�rica
que lo empuja contra el clip. Si empujamos hacia abajo el tap�n (s�lo
un mm, lo que permite la junta t�rica), dejaremos el sitio justo para poder
sacar el clip con un destornillador muy fino.
En este caso, puedo aprovechar el punto de mi torno y un tubo para ejercer la
presi�n necesaria sobre el tap�n (figura 8), pero seguro que vuestro ingenio
os permite hacerlo de otras mil maneras distintas.
Lo importante es presionar lo suficiente, sin pasarse, pues podemos reventar
la t�rica (o en otros modelos, el alojamiento de otro clip similar que lleva
debajo del tap�n).
![]() |
![]() |
Figura
9, con el tapón presionado se puede quitar el clip
|
Figura
10, clip circular ya extraído
|
![]() |
Figura
11, extracción del tapón
|
Una vez está
el tapón presionado, con un destonillador fino de relojero (del todo
a cien), se puede sacar un extremo del clip (figura 9).
En la figura 10 podéis ver el susodicho clip. Conviene que afil�is en
bisel las puntas, si es que no est�n afiladas, pues as� os ser� mucho m�s f�cil
sacarlo de su alojamiento en otras ocasiones.
Para extraer el tap�n deberemos ejercer una buena tracci�n, puesto que la junta
t�rica se clava en su alojamiento y en el del clip.
En mi caso, el torno me permiti� sujetarlo con firmeza y tirar del cuerpo con
suavidad (figura 11). Si no ten�is algo parecido, habr� que intentar con
una mordaza de buena calidad.
Este tap�n contiene un casquillo antifricci�n y un ret�n. Cuidado al sacar el
v�stago a su trav�s.
![]() |
Con
la pistola de aire a presión se puede sacar el pistón secundario
|
Al sacar el tap�n
queda libre el aceite, as� que andad con cuidado y tened un bote a mano para
poder recogerlo. Si sois cuidadosos, incluso podr�is usar el mismo aceite
si no se derrama nada.
Ya est� libre el pist�n (en algunos amortiguadores antiguos hay un segundo clip
que hace de tope inferior para el tap�n). Tirad con cuidado del v�stago
y saldr� unido a �l. Despu�s hablaremos del pist�n y cartucho.
Todav�a queda algo en el interior del cuerpo: el pist�n secundario. Para sacarlo, envolved en un trapo el extremo abierto del cuerpo y aplicad aire a presi�n por el taladro que perforamos antes. El pist�n se ir� moviendo hacia afuera, se encasquillar� un poco en los alojamientos de los clips y la t�rica y, finalmente, saldr� pegando un taponazo. El trapo es fundamental para no da�ar nada ni a nadie.
![]() |
�Ya est� todo desmontado!
Aqu� pod�is ver el muelle, la arandela superior, la tuerca de regulaci�n
y su junta de fricci�n con el muelle, el tope de goma, la r�tula superior, una
cajita con el circlip, la arandela de seguridad, el clip embutido y el tap�n
guardapolvos, el v�stago con el pist�n principal montado, el pist�n secundario,
una muestra de orina del Oll� y el cuerpo del amortiguador...
...Sielos... �d�nde habr� puesto el tap�n?
Como v�is, es aconsejable organizar las piezas seg�n las vamos desmontando.
El
pistón principal en detalle
La pieza donde reside el comportamiento del amortiguador es el pist�n principal. De su dise�o y disposici�n de l�minas depende el flujo de aceite y, por tanto, la capacidad de frenado del movimiento en compresi�n y extensi�n.
![]() |
El
pistón principal
|
Aunque la foto
no es muy buena, permite apreciar la constituci�n del pist�n principal de este
Oll� (de izquierda a derecha): una arandela gruesa de aluminio, que es el tope
en extensi�n, un separador y el pist�n propiamente dicho, una arandela y una
tuerca de fijaci�n. El pist�n consta de una pir�mide de l�minas de acero
por la izquierda (las que trabajan en compresi�n), un cuerpo central en acero,
perforado y con un collar�n/aro de deslizamiento que es el encargado de sellar
herm�ticamente el pist�n contra el cuerpo, y finalmente, una pir�mide de l�minas
por la derecha (las que trabajan en extensi�n).
Cuando el pist�n se mueve, el aceite tiene que circular por los agujeros del
cuerpo central del pist�n. Cuanto m�s peque�os sean estos, m�s dificultad
para fluir y, por tanto, m�s frenada ir� la amortiguaci�n. Este sistema
se denomina circuito de baja velocidad porque es el �nico que funciona cuando
el desplazamiento del pist�n es lento.
A mayor velocidad de desplazamiento, el aceite ejerce mucha m�s presi�n sobre
el pist�n y es capaz de empujar los paquetes de l�minas. Dependiendo de
lo duras que sean, de c�mo est�n apiladas y de su forma, las l�minas pueden
oponer m�s o menos resistencia a ser empujadas y, por ello, distinto grado de
frenado al movimiento. A este sistema se le denomina circuito de alta
velocidad, pues s�lo funciona ante desplazamientos muy r�pidos del pist�n. Las
pir�mides de l�minas act�an como v�lvulas: el aceite s�lo las puede mover en
un sentido, as� que existen dos sistemas de alta velocidad: uno para la compresi�n
y otro para la extensi�n.
![]() |
Figura
12, desenroscar el vástago
|
El dise�o del cuerpo central del pist�n y de los paquetes de l�minas adyacentes es la clave para el funcionamiento del amortiguador. Agujeros m�s o menos grandes, m�s o menos numerosos, m�s o menos l�minas, m�s o menos gruesas, de distintas formas... en fin.
Dar con la receta
exacta es imposible, pero conociendo el funcionamiento del sistema, podemos
acercarnos lo bastante como nos permita nuestra paciencia. En el caso
particular de este Oll�, el problema reside en que hay pocas l�minas y muy gruesas.
Esto confiere al amortiguador un tacto muy seco, muy frenado tanto en
compresi�n como en extensi�n.
Para desmontar el pist�n y sus paquetes de l�minas podemos sujetar la tuerca
del v�stago en un tornillo de banco y desenroscar el v�stago utilizando una
llave fija sobre los planos que limamos en �ste �ltimo, ver la figura 12.
Em la figura 13 podemos ver el pist�n con los paquetes de l�minas completamente desmontado. Es muy importante ser muy meticuloso con el orden, incluso hacer un detallado esquema de c�mo van dispuestas las l�minas y dem�s piezas.
![]() |
![]() |
Figura
13, pistón con los paquetes de láminas desmontado
|
Figura
14, apuntad todo sobre el despiece del pistón
|
![]() |
Figura
15, cuerpo principal delpistón
|
En la figura 14, podéis ver un detalle de mis apuntes sobre el Oll�, con el n�mero de l�minas, sus dimensiones, grosor, etc. Y en primer plano, el cuerpo principal del pist�n. Como se ha dicho, es importante apuntar todo bien para saber después el orden de colocación.
En la figura 15 se observa mejor el cuerpo principal del pistón. Los taladros acaban en almenas que est�n dispuestas para que cierren las l�minas de un lado o las del otro, y adem�s, quede siempre un peque�o espacio por el que pueda fluir el aceite.
Cuando desmont�is
el vuestro podr�is apreciar f�cilmente por donde circula el aceite.
Esta forma var�a mucho entre las distintas marcas de amortiguadores, incluso
entre distintos modelos de la misma marca. Lo importante es que funcione
y no tenga desperfectos. Es una pieza que rara vez suele dar problemas.
![]() |
![]() |
Figura
16
|
Figura
17
|
En la figura 16 se muestra una modificaci�n que se le hizo a este amotiguador. Para facilitar el flujo de aceite se recort� la l�mina mayor de ambos paquetes con la forma que se ve en la figura. As� se vuelve m�s el�stica y ofrece menos resistencia.
Para que no quedase
excesivamente suelto el hidr�ulico, tambi�n se a�adi� a cada paquete una l�mina
adicional, extremadamente fina (figura 17), sustituyendo a la segunda l�mina
original, para hacer m�s progresiva la transici�n entre baja y alta velocidad.
De esta manera,
el paquete de l�minas quedaba con un comportamiento menos frenado inicialmente,
pero se volv�a m�s fuerte al aumentar la velocidad, de manera que la suspensi�n
es m�s sensible a los peque�os movimientos pero igual de firme con los grandes
desplazamientos.
Montaje
![]() |
Ahora es el momento
de volver a prestarle atenci�n al cuerpo principal que taladramos al principio.
Deberemos instalar la v�lvula para poder llenar de gas la c�mara secundaria.
Hay dos formas de hacerlo: colocando la v�lvula desde dentro y aprovechar el
anillo de retenci�n, o bien eliminado este anillo y roscando directamente el
tallo de la v�lvula en el cuerpo del amortiguador si lo permite el grosor de
la pared (s� en el caso del Oll� que es de aluminio).
Es importante meter la tuerca de regulaci�n del muelle antes de colocar la v�lvula,
pues no entra desde el otro lado del cuerpo.
Una vez colocada y bien apretada la v�lvula, hay que asegurar la estanqueidad aplicando un pegamento epoxi (2 componentes) de buena calidad (figura 18). �Esa v�lvula tendr� que aguantar un mont�n de atm�sferas!
![]() |
Figura
18, válvula bien fijada
|
Ya podemos proceder
al montaje. Antes, por supuesto, hay que sustituir cualquier ret�n, guardapolvos
o t�rica que est� en malas condiciones. Todos estos componentes se pueden encontrar
en tiendas de suministros oleoneum�ticos.
Primero mojaremos ligeramente en aceite el pist�n secundario, para que se deslice
con suavidad dentro del cuerpo. Antes de meterlo, hay que hacer las medidas
necesarias para dejarlo a unos 10 mm antes de tocar la v�lvula que hemos a�adido.
Si el pist�n tocase en la v�lvula, se podr�a gripar y estropear el cuerpo principal
del amortiguador. Notar�is que este pist�n tiende a salir de nuevo si no se
deja salir el aire por la v�lvula. Aprovechad este efecto para dejarlo a la
distancia adecuada.
![]() |
Colocar
el vástago con el pistón principal montado
|
A continuaci�n,
verteremos aceite hidr�ulico (ya hablaremos despu�s sobre el tipo) hasta que
alcance el nivel correspondiente a la junta t�rica del tap�n de cierre.
Ahora colocamos el v�stago ya con el pist�n principal montado y vamos empujando
lentamente, dejando fluir el aceite por el paso de baja velocidad para no desplazar
hacia abajo el pist�n secundario.
Cuando hayamos bajado unos cuantos cent�metros, deberemos subir y bajar --lentamente--
unas cuantas veces para eliminar cualquier burbuja de aire que haya quedado
atrapada en los recovecos del pist�n o las l�minas.
Cuando hayan dejado de salir burbujas, ya podemos desplazar lentamente el pist�n
hasta su posici�n final (que habremos tenido la precauci�n de medir antes del
desmontaje).
Con igual cuidado,
colocaremos el tap�n. Al ir bajando, es normal que se desborde un poco el aceite
(mejor, pues as� no quedar�n burbujas) como se ve en la foto de abajo, donde
un trapo atado al cuerpo evita que lo pringuemos todo.
Para colocar el clip de acero en su posici�n, tendremos que empujar el pist�n
hacia abajo, comprimiendo la t�rica hasta que el clip pueda bajar y encajarse
en su posici�n. Es mucho m�s f�cil que sacarlo, no os preocup�is.
Y ya s�lo falta colocar el resto de abalorios en el orden contrario al que los
quitamos: la arandela, el circlip, el tap�n guardapolvos, la r�tula, el
muelle y, finalmente, la arandela de sujeci�n de �ste.
![]() |
Atar
un trapo al cuerpo para no manchar
|
Ya est� todo montado.
Es el momento de llenar de gas la c�mara secundaria. En algunas tiendas de neum�ticos
os podr�n hinchar el amortiguador con nitr�geno puro, pero no ocurre nada por
hincharlo con aire normal y corriente de nuestro compresor (78% de nitr�geno,
21% de ox�geno). Hinchad con una boquilla que no presione el ob�s de la v�lvula,
as� no se perder� nada de presi�n al retirar la boquilla. Aunque la presi�n
original puede llegar a los 14 kg/cm2, con llegar a los 7-8 kg/cm2
que da un compresor corriente ya es suficiente para el uso trialero que llevan
estos amortiguadores. Ver�is que va saliendo el v�stago conforme vais hinchando.
Comentarios
finales
Como hab�is visto, no es una tarea dif�cil ni engorrosa, s�lo hay que ser escrupuloso
en el trabajo y manejar adecuadamente las piezas y herramientas. Eso s�, antes
de decidirse a hacerlo, hay que tener claro qu� le ocurre al amortiguador y
c�mo podemos solucionarlo. Es importante comprender el funcionamiento de cada
parte porque as� podremos repararla o modificarla para que cumpla nuestro objetivo.
Si se cuenta con un amortiguador viejo (aunque sea de un vespino), podemos usarlo
como donante de l�minas y otras piezas. El aceite puede ser el mismo que se
usa en la horquilla, aunque conviene que no sea m�s alto que un SAE 5.
Si se ha reventado el ret�n, no queda m�s remedio que proceder con la tarea,
pero si el amortiguador funciona y lo que pretend�is es modificar su respuesta,
tened claro que tendr�is que desmontar y montar el amortiguador unas cuantas
veces hasta que d�is con el funcionamiento que os satisfaga. El poner a punto
el sistema hidr�ulico es una tarea de prueba/error, donde se adquiere la experiencia
a base de equivocarse muchas veces. Y como ocurre con la carburaci�n, se puede
llegar al mismo sitio por caminos diferentes, as� que la experimentaci�n es
fundamental.