EMBRAGUE
QUE ARRASTRA (problemas con el aceite).
"Al apretar la maneta, la moto sigue tirando." "Al arrancar en frío,
la moto sale disparada." "Me cuesta mucho meter las marchas."
Lo
primero que tenemos que mirar es si llevamos el aceite adecuado. Si
es demasiado viscoso puede producir este arrastre. La viscosidad adecuada
para el embrague no es la misma que para la caja de cambios, así
que en los motores modernos, que comunican ambos sitios, se recurre
a un compromiso: un aceite de graduación SAE 10W30. Esta nomenclatura
significa que el aceite se comporta como un SAE 10 en invierno o en
frío (W="winter" invierno en inglés) y como un SAE 30
a temperatura normal de funcionamiento. Con esta graduación el
embrague no debe arrastrar, pero si podemos aumentar un poco la viscosidad
sin sufrir el efecto de arrastre, el motor lo agradecerá. en
las Sherco se puede usar perfectamente 10W40, e incluso 15W50 en los
meses más calurosos. Las montesas son muy sensibles por culpa
de unos discos especiales, y requieren el uso de aceite especial para
transmisiones hidráulicas (una aberración de la que ya
hablamos en su momento) como el Elf HTX740. Algunos usuarios de montesa
obtienen buenos resultados también con Motul TransOil 10W30,
pero la solución definitiva viene tras sustituir los discos de
fábrica por unos Surflex o incluso los de serie de la Honda CR250.
En caso de no ser el aceite causa del problema, hay que acudir a una
revisión mecánica (ver pregunta 3) (Volver
al índice)
EMBRAGUE
QUE PATINA.
"Al soltar el embrague en marchas largas, la moto tironea." "Ante un
fuerte acelerón en tercera, el embrague titubea y la moto sube
de vueltas irregularmente."
En
este caso el tipo de aceite influye muy poco (a no ser que hayamos tenido
la desgraciada idea de añadir algún tipo de aditivo antifricción
o utilizar un aceite de coches sintético, no específico
para embragues inmersos, con lo cual habrá que desmontar los
discos y lavarlos intensamente con gasolina, incluso darles unos toquecitos
con lija muy fina). Tras comprobar que tenemos líquido en el
circuito y que la bomba del manillar funciona correctamente, procederemos
a desmontar la maza del embrague y comprobar el estado de los discos.
Es corriente que el forro de fibra de los discos se despegue y provoque
este efecto. Si están muy gastados, lo mejor es cambiarlos, pero
si aún tienen suficiente grosor, podemos limpiar todo con algún
disolvente para eliminar los restos de aceite, y pegar los trocitos
de forro con pegamento epoxi, (de 2 componentes, tipo Araldit). Al montar
de nuevo el paquete, quedará un poco más grueso, debido
al pegamento, sin efecto sobre el funcionamiento del embrague. En caso
de que queramos estar seguros, podemos intercalar unas arandelas finas
(1 mm) entre los muelles y alojamientos para que este grosor extra no
afecte a la dureza del embrague. (Volver al índice)
AVERÍAS
MECÁNICAS DEL EMBRAGUE.
"El embrague se ha puesto muy duro." "El embrague arrastra, pero ya
he comprobado el aceite."
En
los embragues de cable es frecuente que éste y su funda queden
machacados por las tijas y el chasis, o que se mojen y oxiden o se sequen.
La solución es evidente: cambiar el cable y funda y guiarlos
por otro sitio que no los martirice y echarles unas gotas de aceite
de cuando en cuando. En los hidráulicos tenemos que comprobar
que la maneta se mueve libremente y que no limita el retorno de la bomba
(efecto causado por un excesivo apriete del tornillo (o tornillos) que
regulan el juego libre y la distancia al manillar. Si la moto se ha
"revolcado" (esperemos que el piloto no), es posible que alguna burbuja
haya ido a parar al circuito, con lo que la presión se pierde
a lo largo de éste y no empuja suficientemente los discos. Es
este caso hay que proceder al sangrado del circuito hidráulico,
de forma idéntica a como se realiza con los frenos (ver pregunta
4). Otro punto conflictivo, pero más raro, suele ser el pistoncillo
hidráulico que empuja la varilla del embrague. Si soltamos la
carcasa (parece la mitad de una pinza de freno), podremos observar el
estado de éste y de la varilla empujadora. A veces esta varilla
está separada por una bola (igual a la de los rodamientos) que,
al igual que la varilla, se puede magullar y, dependiendo de la postura
en la que caiga, hacer que el embrague responda como le parezca. Para
montar este sistema, antes de colocar la semi-pinza, accionar la maneta
de forma que el pistón llegue casi a final de su recorrido, para
que al montarlo, él mismo empuje el exceso de líquido
hacia arriba. (Volver al índice)