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Pruebas
de reglamentación
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2
de diciembre, 2001
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Navás
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Texto y fotos: Ramón Sallés |
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Freixa demostrando como se pasaba sin parar
en la zona uno
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Difícil
solución
Que
el trial está en una encrucijada es una opinión bastante generalizada hoy en
día entre los practicantes y apasionados de nuestro deporte. Hace un par de
temporadas se modificaron unos reglamentos que permitían las paradas y los "cambios"
en las zonas, cosa que había llegado a hacer casi aburrido para los espectadores
el asistir a una competición. Mientras el piloto se tomaba el tiempo necesario
para relajarse, colocar la moto en posición para encarar la dificultad y ponerse
bien la visera del casco, al espectador ya se le habían pasado las ganas de
ver como acababa aquello.
Se
modificaron las reglas, se penalizaron las paradas y los cambios y el trial
empezó a tomar otro rumbo, ganando una plasticidad que no tenía desde los años
de Vesterinen y Cia., pero poco a poco fue surgiendo un problema que se fue
haciendo más evidente para todos. Es muy difícil para un control el llegar a
establecer de forma equitativa y uniforme cuando una moto se ha detenido en
su avance, o cuando un piloto ha realizado un cambio mientras la moto ha dejado
de moverse hacía adelante. Que si este sí se ha parado, que sí el otro no, que
si a fulanito no se lo tienes en cuenta porque es uno de los "monstruos" y no
te atreves a marcarle un cinco, etc.
El
problema a veces se vuelve acuciante a todos los niveles, tanto en un trial
valedero para el mundial, como en un simple trial de aficionados cualquier domingo
por la mañana. Entonces, ¿qué hacer?
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Ignacio Verneda y los demás miembros de la FIM
no perdían detalle en Navás
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Ante
esta disyuntiva varias federaciones nacionales presentaron a la Comisión de
trial de la F.I.M una serie de propuestas para intentar encontrar una vía de
salida al tema, y con la finalidad de ver cual era el resultado de la aplicación
de las nuevas ideas, el máximo organismo del trial mundial citó a las marcas
y a algunos de los pilotos "top" a un simulacro de trial en Navás (Barcelona)
para ver el teórico resultado sobre el terreno de las modificaciones al reglamento.
Además
de los representantes de los equipos de fábrica de Montesa, Gas-Gas y Sherco,
los pilotos estaban encabezados por Dougie Lampkin, ya recuperado de su lesión
en la muñeca del indoor de Castellón, con David Cobos y Amós Bilbao completando
el grupo de Montesa, Adam Raga y Jordi Pascuet con las Gas-Gas vigilados de
cerca por Narcís Casas, mientras que Marc Freixa acompañado por el responsable
de Sherco-Otyan, Xavier Vilalta, era el test-driver del equipo de las motos
azules.
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Raga
"volando" en el giro de la tres, prohibido pararse
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Bochet, nuevo fichaje de Sherco, también probó
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Cobos acabó con una pequeña lesión fruto de
una caída
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Ausentes
estaban Albert Cabestany y Marcel Justribó, dando cursillos en Italia. Por otra
parte, para ver el resultado de la prueba sobre pilotos de diferente nivel,
estaban también en Navás algunos miembros del equipo de la Federación Española,
como Sáez o Navarro, además de Toni Bou, con la única Beta presente, ya que
Josep Manzano estaba convaleciente de un pequeña lesión.
Como
observadores había una buena concentración de miembros de la F.I.M y de diversas
Federaciones nacionales, en concreto de ocho países (España, Francia, Italia,
Gran Bretaña, Alemania, Noruega, Estados Unidos y Portugal).
La
idea inicial era un trial con una corta interzona en los alrededores de Navás,
con ocho zonas a tres vueltas, probándose una propuesta diferente en cada pasada.
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Lampkin,
la opinión del campeón del mundo
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Así,
en la primera vuelta se penalizaba con un punto la parada (que la moto dejase
de avanzar) y con otro punto los cambios. Eso sí, el criterio de los jueces
del M.C.Terrassa era esta vez muy estricto, lo que hizo que debido a la dificultad
de algunas zonas fuese fácil ver a los pilotos ya con más de tres puntos de
penalización antes de llegar a la mitad de la sección.
Los
pilotos se tomaron las cosas con mucha calma, lo que hizo que a las dos de la
tarde aún estuvieran acabando la primera vuelta, poco satisfechos del resultado
del ensayo, y con demasiados puntos de penalización.
Así
las cosas se tomó la decisión de eliminar la tercera vuelta, pasando a completar
las cuatro primeras zonas de la segunda vuelta con una nueva propuesta de reglamento,
que eliminaba la penalización en caso de parada, pero que penalizaba con un
fiasco el hacer un cambio tanto de la rueda delantera como de la trasera. Con
estas reglas las zonas se volvieron más factibles, igualándose mucho más las
penalizaciones, pero la verdad es que tampoco satisfizo ni a los pilotos ni
a los federativos presentes.
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Toni Bou también fue invitado
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La
tercera alternativa probada en las cuatro últimas zonas de la segunda vuelta
consistía en penalizar la parada con un punto, permitir los cambios delanteros,
pero penalizar con cinco puntos los cambios traseros, idea que tampoco cuajó
entre los asistentes por lo complicado del tema.
Los
de la "Fede" tomaron nota de las opiniones de todos los pilotos, de los controles
y de los responsables de los equipos, para considerar el tema en una reunión
posterior. Finalmente, en un comunicado de prensa de la F.I.M. se decidió dejar
la reglamentación tal como estaba hasta ahora, con la única modificación de
acortar el tiempo máximo de permanencia dentro de la zona en treinta segundos,
dejándolo por tanto en un minuto y medio.
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Las "reuniones" antes de las zonas alargaron
más de la cuenta el trial
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En
definitiva las conclusiones a las que se llegaron en nuestra opinión, fueron
que si se elimina la penalización por parada o se permiten nuevamente los cambios,
el trial va a retornar a los niveles de dificultad exagerados, que hacen que
solo unos pocos pilotos sean capaces de afrontar las zonas con éxito, precisamente
porque los organizadores deben buscar secciones cada vez más difíciles para
que los "top" no acaben los triales con pocos puntos de penalización.
Fue
determinante el ver como en las zonas donde se permitió la parada sin penalización,
la dificultad de la zona bajaba de forma clarísima con respecto a la primera
pasada, donde no se permitía detener el avance de la moto sin penalizar.
Sin
duda una solución complicada a un problema que preocupa a los máximos dirigentes
de nuestro deporte, aunque como los más veteranos recordareis, en la cuna del
trial muchas veces se habla del "non stop" cuando se refieren a nuestro querido
deporte, y en nuestra opinión, ese es el camino a seguir.