Escuela
de Trial
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Capítulo
2
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EL
EQUIPO : Casco, botas, guantes,
pantalones, camiseta, chaqueta... |
Texto y fotos: Horacio San Martín
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Un buen equipo de trial es fundamental
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Antes de salir a practicar trial, lo primero que debemos hacer es equiparnos adecuadamente. Para ello tenemos en el mercado gran variedad entre la que escoger, pero tened cuidado, elegid lo que mejor os convenga y no os dejeis engañar. En este capítulo repasaremos el equipamiento básico del trialero, y os orientaremos sobre que debeis tener en cuenta a la hora de comprarlo.
Para hacer trial con plena seguridad y comodidad debemos disponer de un buen equipo equipo de trial: botas, casco, guantes, pantalones. Todos estos elementos son mucho más importantes de lo que a priori pueda parecer, y nunca debemos salir a entrenar sin llevar la ropa adecuada para ello. Es muy importante que todos los complementos sean especígficos de trial, no de otras especialidades. Por eso lo mejor es que acudais a tiendas especializadas en trial para comprarlo, pues si acudís a las tiendas habituales de motos lo más seguro es que no tengan nada de trial o muy poco donde elegir. Además, no sería la primera vez que en un sitio de esos te intentan vender unas botas de cross o incluso de carretera diciendo que "son iguales". Cuidado, que no os engañen. Veamos por partes cada uno de los complementos y sus características.
El
casco ha de ser cómodo y ligero
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Casco. Ya es sabido que es fundamental y que hay que utilizarlo siempre. Su principal función es proteger la cabeza de golpes, pero a diferencia de los cascos de carretera que son utilizados "por si acaso" los de trial recibirán golpes en muchas ocasiones. Es evidente que podemos carernos al suelo, y por ello el casco es primordial, pero también es importante en otras muchas situaciones. Por ejemplo las ramas de los árboles, seguro que en muchas ocasiones pasamos por lugares llenos de ramas, y el casco nos hace un gran favor, no sólo cubriéndonos la cabeza sino también protegiéndonos un poco la cara con la visera. Además a veces las ramas son más gordas de lo previsto. En caso de lluvia también es muy útil, pues nos servirá de paraguas y evitará que nos entre el agua en los ojos, a no ser que diluvie, claro. También es útil si hace mucho sol, pues la visera nos tapa.
Por supuesto debe ser de trial, ya que son muy ligeros y al no ser cerrados permiten una completa visibilidad sin que ni siquiera la visera aparezca en nuestro campo de visión. La ligereza es aquí más importante que en otro tipo de especialidades, pues en trial se hacen muchos movimientos, saltos, etc, y no debemos notar peso en el cuello. Debe tener un peso máximo de unos 1.100 gramos. El material en esta ocasión es menos importante, pues se supone que no vamos a circular por carreteras a 100 Km/h. Puede ser de resina termoplástica (los peores), de composite o, en los más caros, de fibra de carbono. Debe llevar una pequeña visera, no tan larga como las de cross, pues entorpecería la visión, lo bueno es que ni la veamos, o que sólo veamos un poquito si miramos hacia arriba.
Cabestany lleva el casco bien colocado, con
la frente libre. Nacho lleva el casco mal, pues le cubre la frente, con
lo que la visera le tapa la visión.
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En este punto es importante hablar de la colocación del casco, éste ha de acoplarse bien a la cabeza, de manera que nos sintamos cómodos, sin apretar excesivamente ni quedar flojo. Si te pruebas un casco, haz movimientos bruscos hacia abajo, como si cayeses de un gran salto, y mira que no se descoloque, que permanezca fijo sin moverse ni un centímetro.
El casco tiene que colocarse en su posición natural, tiene que dejar libre la frente, como podemos apreciar en la foto de Albert Cabestany. En la imagen de la más a la derecha vemos a Nacho con un casco mal colocado, pues queda justo por encima de las cejas. De este modo se sentirá mucho más incómodo, y la visera le tapa gran parte del campo de visión. Acordaros, la frente tiene que quedar libre, al mover la cabeza no tiene que moverse, y si os sentís extraños y no podéis conseguir esa posición, haceros con un casco distinto.
También es importante que el material interior del casco sea cómodo, suave y que absorba bien el sudor. Por eso mismo los mejores son los que tienen cabidades por las que puede pasar el aire, no nos referimos a las entradas de aire sino a que en la parte superior (por dentro) el tejido no va en contacto total con la cabeza, sino que hay "cuadraditos" entre los que hay canales de aproximadamente un dedo de grosor, al estilo de los Shoei. También son útiles las tomas exteriores de aire para ventilación, pero si son reales, pues en algunos son más bien de adorno. También es importante que en la parte frontal, a la altura de las orejas, el casco tenga dos huecos por los que te quepan dos dedos, de manera que puedas tocarte las orejas. No es para rascarte si te pica, sino para no taponar los oidos y escuchar en todo momento el motor de la moto sin ningún tipo de limitación. Otros detalle menos importante, pero que se agradece, es la posibilidad de que el material interior sea lavable, e incluso en algunos es desmontable. El cierre suele ser de tipo rápido, no de doble evilla, y aquí lo importante es cerciorarse de su calidad y seguridad.
Lo más importante es que te acostumbres a utilizar siempre el casco, además tienes la ventaja de que los de trial son ligeros y no molestan nada, ni dificultan la visión, ni el oído. Por eso lo bueno es que una vez estés acostumbrado ni recordarás que lo llevas puesto, incluso dejarás de hacer trial y seguirás con él mientras charlas con los amigos sin darte cuenta. Y si es bonito, pues mucho mejor.
Las
botas deben ser de trial
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Botas. Son fundamentales, lo más importante después del casco, pues serán las que aguanten de nuestros tobillos y golpearán con las piedras o la moto en caso de caída, además de otras muchas ventajas como facilitar el arranque de la moto o permitir vadear ríos sin mojarnos. Como en el resto de componentes del equipo, insistimos en que deben ser de trial, no valen las de cross o enduro, y aquí suele equivocarse la gente al utilizar cualquier tipo de botas. Las diferencias están principalmente en la suela y en la flexibilidad. Las de trial tienen suela de goma con dibujo, que permitirá mayor agarre al pisar sobre las piedras y las estriberas. Recomendamos las de suela continuada, sin tacón, pero con profundas huellas.
Son de cuero de distintos grosores. Si el grosor es mayor, la bota tendrá menos flexibilidad pero más resistencia, por lo tanto será menos cómoda pero durará más tiempo, y si el grosor es menor sucederá lo contrario. Aquí es importante decir que no conviene abusar en el uso de unas botas viejas, si ya están debilitadas o incluso rajadas por algún sitio más vale que compreis unas nuevas si no quereis romperos un dedo.
Como ya hemos dicho, las suelas son de goma para tener buen agarre incluso con terreno mojado, aunque hay ciertos momentos en que ni con los más profundos tacos podemos evitar el resbalón. La dureza de la suela también varía de unas marcas a otras, cuanto más blandas más agarre pero menor duración, pues se suelen gastar mucho por la parte central, que es la que está en contacto con las estriberas. Algunas tienen esta parte reforzada con un material más duro, consiguiendo así un menor desgaste. Un detalle importante a tener en cuenta es que la marca disponga de suelas de recambio, de modo que cuando se gasten podrán cambiarse mediante vulcanizado. También es importante la calidad de los cierres, que deben ser ajustables para adecuar la bota al grosor de la pierna. Algunas botas tienen cierres que no ajustan excesivamente bien, por lo que se abren con relativa facilidad.
La
protección frontal de la espinilla también es importante para
proteger de posibles golpes con las estriberas o las piedras, cuanto más
rígidas y altas sean estas protecciones mejor. Otro detalle es el forro
interior. Últimamente las botas vienen recubiertas con forro absorvente
por todo el interior, parecido al fieltro, lo cual puede hacerlas más
cómodas, pero provoca que den muchísimo más calor, lo que
en verano se convierte en un infierno. Las que no están forradas con
este tipo de material son mucho más frescas, y no por ello menos cómodas,
en ellas el cuero está visible también por el interior.
Conviene untar las botas con grasa de caballo
regularmente
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En las botas de trial, la movilidad es fundamental, debemos poder andar cómodamente para examinar las zonas, y poder movernos libremente y utilizar el freno trasero con tacto. Por eso es importante que tanto en la parte trasera como en la delantera disponga de partes más blandas para permitir la flexibilidad. Cuando son nuevas están siempre muy duras y no se tendrá tacto en el freno trasero y el cambio, conviene andar con ellas en casa para ablandar el juego del tobillo, con el tiempo irán ajustándose a nuestro pie y ablandándose, por lo tanto tened cuidado cuando las estrenéis.
También es importante su impermeabilidad, en el trial hay ocasiones en las que cruzamos ríos o que incluso debemos meternos a pie para examinar el fondo. Por eso deben ser lo más estancas posibles, y tras la protección de plástico de la caña deben tener una goma o forro lo más elevado posible. También hay que verificar la calidad de las costuras y del hilo utilizado.Sin embargo no existen unas botas que sean totalmente impermeables, cuando son nuevas seguro que les entra nada de agua, pero a los pocos meses pierden esa característica. Lo más importante es que las cuidemos bien limpiándolas y dándoles grasa frecuentemente. Si están muy mojadas, déjalas secar en un sitio ventilado, en posición tumbada para que no se deformen y después dales grasa de caballo para botas de cuero, quedarán como nuevas. También es bueno darles una pequeña capa de grasa antes de estrenarlas.
Debajo de las botas debemos llevar unas medias
altas y gordas para absorber el sudor y evitar rozaduras, tienen que ser lo
más suave y cómodas posible y tienen que ajustarse bien, de forma
que no se bajen en ningún momento. En
este caso no es necesario que sean específicas de trial, pues son iguales
que las utilizadas para motocross, enduro o esquí. Conviene llevarlas
puestas si vamos a comprara unas botas, pues si no, podemos equivocarnos al
elegir la talla de las botas, que suele ser un número superior al de
nuestro calzado habitual.
Los
guantes también deben ser de trial
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Guantes. Antiguamente no eran utilizados por los trialeros, pues se decía que quitaban tacto sobre los mandos. Mick Andrews decía que "hacer trial con guantes es como ducharse con la ropa puesta". Pero hoy en día las cosas han cambiado mucho y hasta el mismísimo Mick Andrews utiliza guantes. Evidentemente, los que se fabrican hoy poco tienen que ver con los de entonces, además ahora el uso de las manetas de embrague y freno es mucho más contínuo. Así, los guantes son también fundamentales, tanto por comodidad como por tacto y seguridad, pues protegen las manos del uso continuado de los mandos (evitando que los inevitables callos se conviertan en heridas) y protegiéndonos en caso de caídas, (no excesivamente).
Aquí también es importante que sean específicos de trial, insistimos, no valen los de otras especialidades de motociclismo de campo como el cross o el enduro, y muchísimo menos los de carretera o de abrigo. La razón es que los de trial son muchísimo más finos y elásticos para permitir un tacto máximo de los mandos, un control absoluto. Igual que no es lo mismo escribir en el ordenador con unos guantes puestos, no es lo mismo hacer trial con unos guantes que no sean de trial, pues el tacto no será el mismo y estaríamos ante la misma razón por la que no se usaban en los años 70.
Por
lo tanto, los guantes de trial han de ser finos, cómodos, de manera que
casi no nos percatemos de que los llevamos puestos, que nos den una máxima
movilidad en todos los dedos. Que no queden muy justos si no queremos que acaben
descosiéndose por las puntas de los dedos. Las protecciones estarán
en la parte superior, de la mano y los dedos, no pueden ser excesivamente gordas
ya que limitarían el recorrido del embrague pero cuanto más protejan
de golpes mejor. Algunos tienen refuerzos en las partes que más sufren,
como los dedos índice y pulgar, y algunos tienen el curioso detalle de
incorporar en la parte externa del dedo pulgar un trozo de tejido similar al
de las toallas, que nos puede ser útil para secar el sudor de la cara
en verano. Algunos utilizan neopreno u otros materiales modernos para mejorar
la flexibilidad. El cierre más efectivo es el velcro, y ha de quedar
completamente ajustado. No debemos pretender que los guantes nos protejan del
frío o de la lluvia, pues al ser tan finos es como si no llevásemos
nada.
Pantalones de trial
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Pantalones, también han de ser específicos de trial, aunque en esta ocasión las diferencias con las de otras especialidades no son tan importantes. Aún hay gente que piensa que los vaqueros son lo mejor para hacer trial, lo cual es un grave error. Los pantalones de trial son flexibles, cómodos, algo ajustados, de manera que permiten una completa libertad de movimientos. La flexibilidad es muy importante, por lo que actualmente se utilizan compuestos de poliester y lycra. De esa manera no notamos tiranteces, ni tenemos sensación de que haya cosas sueltas o colgando. La cintura es elástica, con cremallera y botones clip, mucho mejores que el velcro, que puede soltarse al dar golpes de riñón. Los tobillos es también mejor que sean elásticos, para acoplar perfectamente y ajustarse a las medias y a las botas.
La comodidad ha de ser máxima y el acoplamiento perfecto, nada debe molestarnos. El material tiene que ser flexible y transpirable, que no nos haga pasar calor y que si sudamos no lo notemos. Algunos tienen refuerzos en algunos lugares, especialmente en las rodillas, donde se suele usar Kevlar, para evitar que los pantalones se quemen cuando tocan el tubo de escape, cosa bastante frecuente. También es muy de agradecer los acolchados generosos en rodillas, espinillas y, a veces, caderas, para mitigar el daño que podemos hacernos en caídas. Lamentablemente este es un punto al que cada vez se presta menos atención, cuando debería ser al contrario, lo que obliga a algunos trialeros, especialmente los más veteranos, a utilizar rodilleras de plástico de motocross, que son bastante incómodas.
Si vamos con unos vaqueros seguro que sudamos como cerdos, los pliegues nos molestarán, al doblar las rodillas se saldrán de las botas y entonces se engancharán en la cadena y encima se nos caerán cada dos por tres por mucho que apretemos el cinturón, ¿veis la diferencia?
Mono. A finales de los años 70 se utilizaban monos de una sóla pieza, pero poco tienen que ver con los actuales, que fueron introducidos por Jordi Tarrés en 1989 y que se fueron extendiendo a los demás pilotos profesionales. Aunque actualmente son utilizados por casi todos los pilotos de élite, nunca han sido muy aceptados por los trialeros. Los principales motivos son la mayor dificultad para ponerlos y quitarlos (no es lo mismo hacerlo en un Motor Home que en el asiento de atrás del coche con la puerta abierta en medio del padock), protejen bastante menos del frío, y principalmente el hecho de que para llevarlos es mejor tener un cuerpo atlético, pues marcan bastante la barriga. Al principio provocan una sensación similar a la de estar desnudo, cosa que hasta que uno se acostumbra es algo desagradable. Sin embargo tienen sus ventajas: su comodidad y flexibilidad es muy grande y son lo más apropiado para épocas calurosas.
Camiseta.
Realmente
es el elemento menos importante, aunque siempre queda bonito llevar una a juego
con el pantalón, o al menos con motivos trialeros. Pero algunas están
pensadas para la mayor comodidad en la práctica de nuestro deporte, pues
están realizadas en materiales cómodos y transpirables, como el
algodón-polyester. Antes las había con acolchados en hombros,
codos, incluso en espalda y pecho, pero hoy eso está olvidado. También
las hay de tejido ventilado, esas que parece que tienen agujeritos. En verano
muchos usan las típicas camisetas de manga corta, aunque tienen el peligro
de que puedes arañarte los brazos en algún imprevisto.
Chaqueta
con mangas desmontables
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Chaqueta. Imprescindible los días de frio y lluvia. Debe abrigar, aunque no excesivamente si no queremos estar como metidos en un invernadero, por eso el tejido debe ser transpirable, aunque para la lluvia lo ideal es que sea impermeable. El detalle de tener las mangas desmontables es importante, pues si tenemos calor con ella puesta pero frío sin ella, al quitar las mangas encontrarermos la temperatura ideal, y si la cazadora tiene un bolsillo amplio en el que podamos guardarlas es perfecto. Las chaquetas de trial han de ser ligeras, nada que ver con las pesadas chaquetas de cordura utilizadas en el enduro. La cantidad de bolsillos que tenga y su cierre es importante, pues nos servirán para guardar herramientas, la cartera o la tarjeta del trial, lo mejor es que los cierres sean de cremallera para no perder las cosas, y son buenos detalles el bolsillo interior y el bosillo grande trasero para meter las mangas. También es importante la calidad de las cremalleras de cierre frontal y de las mangas, pues suelen dar problemas. Algunas de ellas poseen un forro interior desmontable, útil para los días de más crudo invierno.
Chubasquero.
Si llueve
y no queremos mojarnos, tendremos que ponernos un chubasquero, pues ninguna
chaqueta es tan impermeable como para no acabar calando. Los chubasqueros no
tienen nada de especial, son iguales en todas partes y en cualquier deporte,
por eso vale cualquiera. Los hay gordos y finos, de plástico los primeros,
de nylon los segundos. Los finos también acaban calando antes o después,
por lo que son sólo eficazes en caso de lluvia leve, tienen la ventaja
de que bien doblados caben en un bolsillo o en una riñonera. Si diluvia,
los mejores son los gordos, de plástico, al estilo cazadora. También
puedes encontrar chubasqueros de una pieza, para piernas y cuerpo, normalmente
de nylon, así como trajes de agua en plástico como los utilizados
por los mensajeros. Con el pantalón hay que tener cuidado de que no toque
al tubo de escape, si no queremos que se derrita y aparezca un agujero.