Collado
Mediano
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28 de diciembre,
2008
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2ª
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II
Jornada de entrenamiento MC Trial Madrid
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Texto:
H. San Martín |
Exito
total de esta iniciativa del MC Trial Madrid
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El pasado 20 de diciembre el Moto Club Trial Madrid celebraba en Collado Mediano su segunda experiencia a modo de "entrenamiento" para los socios de los clubes Trial Madrid y Sotobike, siendo de nuevo un éxito total y mostrándose como una magnífica idea para promocionar el trial de una nueva manera que es precisamente lo que muchos echaban en falta.
A diferencia de la primera jornada de entrenamiento, realizada en el mes de enero, en esta ocasión se reunían bastantes más aficionados dado que también acudían los socios del MC Soto Bike, como detalle de agradecimiento por parte del MC Trial Madrid por haber sacrificado el Soto Bike la fecha prevista para su trial social, para celebrar la última prueba del Campeonato de Madrid de Trial.
Tras un año 2008 bastante pobre en Madrid, en cuanto a triales, tanto de clásicas como de modernas, los aficionados tenían muchas ganas de acudir a esta cita especial.
Así se reunieron unos 60 aficionados a bordo de todo tipo de monturas, con un gran número de clásicas de todas las épocas.
Julián
de Cabo pudo estrenar su Cota 247 primera serie
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Carloz
Zorzo con la última Sherco 4T
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La
Sherpa modelo 49 de Miguel Fernandez Cañete
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El día era frio pero el buen ambiente hizo que todo transcurriese cálidamente y se captase en el aire el verdadero espíritu de este deporte, pues el compañerismo, la diversión, la buena educación, el respeto por los demás y por la naturaleza fueron claramente visibles de un modo mucho más especial y patente que en un trial oficial de cualquier campeonato.
La clave estaba en que no se trataba de ninguna competición, y aunque se reuniesen algunos puntos en común con estas, aquí no había extrictos reglamentos que cumplir a rajatabla, ni nervios a flor de piel al realizar las zonas, ni prisas por llegar a tiempo al control horario y por tanto tampoco apretones en las colas, o competitividad excesiva para arañar puntos en las clasificaciones, ni protestas con los jueces de zona, porque ni siquiera había...
La fórmula se confirmó como ideal para promocionar el deporte del trial, sobre todo entre los aficionados y los más jóvenes, y sin duda este tipo de actividades son el futuro para ampliar la comunidad trialera y la afición por este deporte, pues no todo se tiene porque basar en la competición pura y dura.
Arantxa
también cogió la moto, aunque ayudar a sus hijas
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Juan
Carlos Carvajal con su impecable Sherpa 199
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Todos
atentos al breaffing previo
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El inicio de actividad estaba programado para las 11 de la mañana, una buena hora para aquellos que no son demasiado madrugadores. Pero quienes quisieran podían estar antes practicando por el área de entrenos. A esa hora se daba un breaffing explicando el planteamiento de la actividad para que fuese más amena, a cargo de Chema Carrión. Pero no pasaba nada si llegabas tarde, nadie te impediría participar, ni te exigiría una explicación.
El coste de la inscripción era de sólo 10 Euros, correspondiendo la mayoría de ellos a la cuota de seguro para la FMM, un coste económico y razonable para todos, incluidos los jóvenes y universitarios, que ya están prácticamente extinguidos de los triales, a no ser que acudan por "herencia" o tradición familiar.
Estamos seguros de que si se promocionase más este deporte entre la juventud y con unos costes así de económicos serían muchas más las caras jóvenes que se podrían ver en este tipo de actividades, contagiando su ilusión a más amigos, lo cual sería importantísimo para el futuro del trial, y es que el trialero ya debería tratarse como "especie protegida en peligro de extinción".
Carlos
Varadé en el nivel difícil con la Sherpa Puma
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Clásicas
y modernas, grandes y pequeños, todos disfrutando
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Sabina
y Alejandra aunque no se metieron en las zonas disfrutaron mucho
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Sin embargo las federaciones suelen atender sólo a la proyección deportiva de los grandes campeones, cuando lo importante para un deporte, más que tener grandes campeones, es disponer de un buen número de practicantes, como se ha podido demostrar en la historia deportiva. Basta con comparar el esquí con el trial y las conclusiones las sacaréis vosotros mismos... Ojalá los clubes opten por este tipo de promoción del trial, basado no sólo en la competición sino en otro tipo de actividades como esta, en Collado Mediano había muchos jóvenes pilotos que no son habituales en los triales, lo que demuestra que esta actividad es ideal para ellos.
Siguiendo con lo que fue la jornada, para que el entreno tuviese atractivos había que crear un paralelismo con una competición, para lo que se marcaron seis zonas en un recorrido libre, es decir que cada uno podía realizarlas en el orden que quisiera y cuantas veces quisiera, aunque sólo las tres primeras pasadas en cada una de ellas serían contabilizadas en una tarjeta.
No había controles de zona, pero los pilotos salían en grupos de dos y se les entregaban dos tarjetas de puntuación con el nombre del compañero.
Manuel
Fernández Palencia fiel a su Bultaco
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Impresionaba
la Triumph bicilíndrica de Quique Echezarreta
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Pedro
González Aldatz con una Sherpa 199
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De este modo el compañero era quien realizaba la labor de juez de zona, guardaba tu tarjeta y marcaba tu puntuación con un rotulador indeleble en tu tarjeta, mientras tú guardabas su tarjeta y hacías lo mismo. Esto daba pie a todo tipo de bromas y situaciones curiosas, y también a la promoción de la "buena fe" y la honestidad de los pilotos, oyéndose cosas nunca oidas antes en un trial como "pero hombre si he puesto otro pie allí que no me has visto". Nadie se jugaba nada, ni puntos en una clasificación provisional, ni trofeo, tan sólo la lucha contra ti mismo por hacerlo lo mejor posible, la esencia del trial y de la superación.
Las seis zonas debían realizarse tres veces, pero no importaba de que modo, por lo que algunos realizaban cada zona tres veces seguidas para acabar antes, otros las hacían en el orden que querían evitando esperar una cola si es que había, lo cual tampoco era habitual, además al no haber controles el paso por zona era muy rápido, y otros las realizaban en estricto orden dando tres vueltas como en un trial, para estar más tiempo sobre la moto.
Al final cada piloto contaba sus puntos y los anotaba en la tarjeta, y se entregaban para mostrar una clasificación no oficial, para aquellos a los que les gusta ver su rendimiento y compararlo con los demás.
Bertrán
Martínez Peñalver disfrutó con esta Royal Enfield
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Nacho
Fernández Sancho pudo con su hijo en estas zonas fáciles
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Javier
Cruz con su Sherpa 199 Puma Racing
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Había disponibles dos niveles de zonas marcados con pasos de colores verde y azul, siendo el primer más sencillo para los aficionados y los que pilotaban clásicas, y el segundo para más expertos ya fuesen en clásica o moderna. En ambas categorías las zonas fueron muy sencillas y sin peligro alguno, ideales para todos y en especial para pasarlo bien. Pese a todo nadie salió con cero puntos pues las zonas, muy bien marcadas por cierto, tenían pasos técnicos que se hacían más complicados con la humedad del terreno.
Las zonas fueron ideales para las clásicas, que fueron mayoría, y más sencillas para las motos modernas, esto también propició que algunos pilotos sacasen sus motos más antiguas, pudiendose disfrutar de joyas como la Triumph bicilíndrica pre'65 de Enrique Echezarreta, la Motobecane de Manuel Casado, la BSA de José Mª Domínguez, la Royal Enfield que Javier Cruz prestó a Bertrán Martínez Peñalver, o las primeras Montesa y Bultaco que estrenaban Julián de Cabo y Toño Villanueva respectivamente o la Sherpa modelo 49 de Miguel Fernandez Cañete. El ambiente era excepcional!!!
En resumen, una magnífica iniciativa por la que Trial Madrid se ha ganado un 10, esperemos que en 2009 se haga en muchas más ocasiones y tomen nota otros clubes para con actividades de este tipo promocionar un deporte tan bonito como es el trial. Más fotos e información en la web del MC Trial Madrid.